La Federación Salud Mental destaca que las asociaciones ofrecen una red de apoyo “cercana” y “adaptada” para prevenir las conductas suicidas

La entidades reclaman una coordinación “máxima” entre las diferentes administraciones y establecer políticas “muy adaptadas” al territorio

La Federación Salud Mental Castilla y León destacó que las asociaciones ofrecen una red de apoyo “cercana” y “adaptada” a las necesidades específicas de un grupo de riesgo elevado como son las personas con problemas graves de salud mental para prevenir conductas suicidas. Unido a los recursos de apoyo y soporte social comunitarios permiten detectar señales de alerta antes de que las ideaciones suicidas se conviertan en intentos o suicidios consumados. Y lo justificó con los datos que señalan que el número de muertes por suicidio en Castilla y León en 2023 se elevó a 200 mientras que en los últimos diez años de actividad del movimiento asociativo en la Comunidad ascienden a 32.

Con motivo de la jornada ‘Prevención del suicidio desde la Comunidad’, celebrada hoy en la sede del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, el gerente de la Federación, Ángel Lozano, reclamó una coordinación “máxima” entre las diferentes administraciones, especialmente en el caso de los jóvenes, y establecer políticas “muy adaptadas” al territorio, ya que la problemática es diferente en cada provincia así como entre medio rural y urbano. No en vano, el estudio de la entidad muestra que 24 de los 32 suicidios fueron en ciudades.

A la vista de estos datos y dentro del marco del proyecto Segundas Oportunidades de la Federación Salud Mental, que busca reducir la incidencia de este tipo de fallecimientos, se desarrolló una formación específica sobre la creación y gestión de grupos de apoyo, centrada en la posvención del suicidio, con el objetivo de capacitar a los equipos profesionales del movimiento asociativo en la creación y gestión de Grupos de Ayuda Mutua (GAM). Los GAM proporcionan un espacio seguro tanto para sobrevivientes de un intento de suicidio como para supervivientes, fomentando la resiliencia y reduciendo el aislamiento social.

Lozano señaló, según recogió la Agencia Ical, que la formación a 40 profesionales ha permitido que los equipos de las asociaciones hayan adquirido no sólo conocimientos técnicos, sino también fortalecer su capacidad para liderar espacios de apoyo emocional y comunitario. No en vano, esos cursos han contribuido a crear una red “sólida” de profesionales capacitados para abordar el duelo por suicidio desde una perspectiva integral y basada en la evidencia.

“Buscamos fomentar entornos de mayor apoyo, comprensión y prevención en el movimiento asociativo. El apoyo cercano y continuado es fundamental para las personas con trastornos mentales que atendemos y apoyamos, a través de servicios y recursos, cuando presentan ideas suicidas o de muerte, conductas autolesivas e intentos de suicidio no consumado. Hay que ayudarles a esa gestión emocional o entrenarles en herramientas para hacer frente a ese sufrimiento”, añadió. No en vano, la presidenta de la Federación, Elena Briongos, apuntó que este tipo de personas no quieren morir sino dejar de sufrir.

Conscientes de los beneficios del proyecto Segundas Oportunidades, desarrollado en 2024 y que ha contado con la financiación de la Fundación Mutua Madrileña, Salud Mental ha elaborado la ‘Guía breve para la creación y gestión de Grupos de Ayuda Mutua (GAM) en posvención del suicidio’ para fomentar este tipo de conjuntos, bajo un protocolo profesional, y poder ofrecer un espacio de apoyo mutuo a quienes han perdido a un ser querido por suicidio». Todo ello, precisó la Federación, pasa por promover el acompañamiento y la recuperación emocional de quienes lo necesitan. “En ocasiones, nos olvidamos de los supervivientes, personas que han perdido a un ser querido por suicidio”, precisó.

La Federación también ha lanzado una campaña, con un vídeo que precisa que el suicidio es una “responsabilidad compartida”, por lo que abogó por “desestigmatizar” con este tipo de muertes y la atención a la salud mental. “El estigma es una de las principales barreras para que la gente que sufre pida ayuda, tanto en su entorno como apoyo profesional”, manifestó el gerente.

 

Bajada del 17%

Salud Mental destacó que el número de suicidios en Castilla y León en 2023 bajara un 17 por ciento con respecto al año anterior, con una tasa inferior a la media nacional y tras haber ocupado en algunos ejercicios los puestos de cabeza. “Son cifras muy significativas pero no se pueden bajar los brazos ya que insistir en la prevención del suicidio. Hay que ver si esta reducción se mantiene y se consolida en el tiempo”, precisó.

En presencia de la directora general de Asistencia Sanitaria y Humanización de la Consejería de Sanidad, Silvia Fernández, el gerente de la Federación recordó que este año finaliza la Estrategia de Prevención del Suicidio, que tendrá continuidad al estar integrada en la Estrategia de Salud Mental de este año. Además, el Ministerio también aprobó el Plan nacional de prevención del suicidios y el Consejo Interterritorial dio el visto bueno la semana del Plan de acción de salud mental, con medidas específicas para la prevención del suicidio. En este sentido, Fernández apuntó que Castilla y León fue una de las primeras comunidades en tener una estrategia propia en prevención del suicidio, al asegurar que la salud mental es una “prioridad” para la Junta.

 

Respuesta colectiva

Por último, el presidente del CES, Enrique Cabero, consideró que el suicidio requiere de una respuesta colectiva, tras precisar que cada día se producen más de once muertes por este motivo en España. “Hay que cambiar, algo que se ha hecho ya, la forma de actuar, desde lo público y lo sociedad. No se puede seguir ocultando los datos o las razones que llevan al suicidio”, aseveró.

Relacionó el suicidio con algunos problemas como la soledad de las personas, la percepción de aislamiento y la falta de redes para conectarse con el resto de la sociedad y de incentivos para seguir integrado en la actividad normal de la ciudadanía. También reclamó la coordinación de la acción de la administración, a través de la Consejería de Sanidad pero también la de Educación, Servicios Sociales y Empleo -para actuar en el ámbito de la salud laboral- para la prevención del suicidio.

Otra de las acciones desarrolladas a partir del proyecto Segundas Oportunidades, en el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, ha sido la elaboración de un Manual sobre suicidio para medios de comunicación, con el objetivo de dar respuesta a las dudas que trasladan los periodistas. En este sentido, Ángel Lozano valoró que los medios de comunicación han cambiado “mucho” la forma de abordar el suicidio, aunque es necesario continuar en esta línea.

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