Trueba baja el telón de la 70 Seminci con ‘Siempre es invierno’, una inesperada historia de amor otoñal en clave de tragicomedia romántica

“Es loquísimo este mundo, donde no se acepta que el envejecimiento nos hace más interesantes”, apuntó el cineasta, que recordó sus raíces vallisoletanas

“Sin amor, siempre es invierno”. La frase resuena y marca el tono de la última película de David Trueba, que por primera vez en tres décadas como director se lanza a adaptar una novela propia a la gran pantalla. Once años después de publicar ‘Blitz’ (destello o relámpago, en alemán), el cineasta retoma la historia de un joven protagonista que llega a Múnich en medio de un naufragio vital y sentimental. Aquí, por necesidades de producción, Múnich se convierte en la gris Lieja belga, un escenario donde Miguel (David Verdaguer), el protagonista, se queda “congelado” en el tiempo cuando Marta (Amaia Salamanca), su pareja, decide romper su relación.

‘Siempre es invierno’ clausurará mañana sábado la 70 Semana Internacional de Cine de Valladolid. La película arranca con la quiebra de la relación de pareja: un WhatsApp para un destinatario ¿equivocado? brinda luz la situación, y con cuatro escuetas frases queda claro que se acabó el humor, y con el el amor.

La cámara acompaña a Miguel en su fracaso, extensible no solo a lo personal sino también a lo profesional, hasta que el destino le cruza con Olga (Isabelle Renaud), una mujer mayor que colabora en el congreso donde le han invitado. La relación que surge entre ambos, junto con el paso del tiempo, hará despertar a Miguel de su letargo, del eterno invierno en el que vive desde hace más tiempo del que él mismo quiere reconocer.

En el encuentro con los medios tras el primer pase de prensa de la película, Trueba confesó que al aproximarse a la historia de ‘Blitz’ hace doce años, fue la primera vez que dudó si lo que tenía entre manos era una película o una novela. “Acababa de rodar ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, y llevaba un tiempo escribiendo ‘Tierra de Campos’, cuando surgió la idea de ‘Blitz’, que se me cruzó como el propio título dice, como un relámpago. Me surgió la necesidad de escribirla y detuve todo lo demás. En algún momento pensé en el cine, pero tenía tan cerca el rodaje previo que lo descarté. Soy una persona muy casera y tranquila, que no disfruta en los rodaje, donde estás demasiado expuesto a los elementos y a problemas de todo tipo. Necesitaba refugiarme pero desde bien pronto sentí ganas de llevarla al cine. Después de colaborar con los productores Edmon Roch y Jaime Ortiz en ‘Saben aquell’ me preguntaron si tenía algo entre manos y comenzamos a darle forma”, relató.

El director, que comenzó su intervención reconociendo que le hace “mucha ilusión” estrenar por primera vez en Seminci (“un festival que los que amamos el cine tenemos en muy alta estima”, señaló), recordó que su padre procede de Tierra de Campos y explicó que enseguida pensó en David Verdaguer para interpretar al protagonista, porque en ‘Saben aquell’, donde interpretaba a Eugenio, “se vio obligado a hacer una introspección muy profunda”. “Nos conocimos en ese rodaje, y ya entonces me di cuenta de que él era capaz de desplegar un gran abanico de tonalidades: te podía hacer reír con algo muy triste, o emocionarte con su ironía. Le dije que tenía que escribir algo donde pudiera desplegar todos sus maties, él había leía ‘Blitz’ tiempo atrás y resultó ser la combinación perfecta”, explicó.

Para Verdaguer, por su parte, “Lieja es un personaje más de la película”, que habla de “un señor que se queda un año en invierno eterno, congelado, porque le han roto el corazón”. Además, se refirió a su relación con el personaje de Isabelle Renaud, y explicó que como él no habla francés y ella no habla español, “conocerte con una persona en un idioma que no es el tuyo te obliga a un trabajo más físico”. “Es como trabajar con niños, que te obliga a estar constantemente pendiente del otro para que te entienda”, aclaró.

La actriz, por su parte, explicó que conoció a David Trueba treinta años atrás, cuando él preparaba ‘La buena vida’, su ópera prima, y buscaba a una actriz francesa para interpretar a la profesora del protagonista. “Su papel era en castellano y ella no sabía el idioma, así que no pudo ser, pero le seguí la pista todo este tiempo”, explicó Trueba. Ella, por su parte, señaló que recibir el guion treinta años después de aquello fue “toda una sorpresa”, y que al leer el guion pensó que “sería totlamente estúpido dejar pasar esta oportunidad”, de forma que aceptó. “En Francia es muy difícil encontrar un papel así a partir de los 50 años, porque hay una invisibilización de la mujer. Me hizo muy feliz poder interpretarlo”, señaló.

David Trueba, también se refirió al edadismo, y comentó con chanza cómo en las listas de hombres más guapos la edad se va elevando cada año, mientras en el caso de las mujeres cada vez son más jóvenes. “Es loquisimo este mundo, donde no se acepta que el envejecimiento nos hace más interesantes. Son realidades que están ahí y no vemos”, aseguró. El cineasta reconoció que no sabe “hacer géneros”. “El género principal es el de la vida; tú cortas un trozo de vida y descubres que las cosas no son como nos cuentan. Hay muchísimo hambre y ganas de estar vivos. Nos han compartimentado la vida con las etiquetas, y ese proceso ha sido especialmente cruel con las mujeres, a las que les han marcado hasta dónde pueden llegar en cada momento”, remató.

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