El exalto representante y exvicepresidente de la Comisión Europea Josep Borrell sostuvo que España debe contar con «unas capacidades defensivas que hoy no tiene”, por lo que tendría que gastar “probablemente un poco más” del dos por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en materia militar, aunque sin llegar al cinco por ciento que exige el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Se acabó el cuento de las hadas”, recordó a los europeos ante el fin de un modelo basado en la libertad, el progreso y la cohesión social.
Borrell, que participó este lunes en Valladolid en el Foro Económico de El Norte de Castilla, advirtió de que aunque España tuviera la financiación para llegar al objetivo del cinco por ciento del PIB no tendría “en qué gastar”, ya que señaló “todos” los productos críticos no pueden ser suministrados en los plazos marcados en la última cumbre de la OTAN.
En ese sentido, el actual presidente del patronato del CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) aseguró que se debería incrementar el gasto en defensa, pero de forma “coordinada” entre los estados miembros antes de construir un ejército comunitario, ya que a su juicio las distintas unidades deben ser “interoperables”, como ocurre ahora con las capacidades militares de la OTAN.
De esta forma, insistió en que es momento de “acelerar” la inversión en materia militar para compensar el “déficit acumulado” años atrás. “Nos hemos quedado en los huesos”, dijo para comparar la situación de los arsenales de los países, con la gestión de la crisis del COVID-19. Además, apuntó que mientras resista Ucrania, que sufre la invasión de Rusia desde 2022, los europeos tienen “tiempo” para rearmarse.
Asimismo, Borrell expuso su “visión realista” sobre el mundo, en el que señaló Europa es un “protectorado militar de Estados Unidos” por lo que señaló se debe afrontar el problema de la defensa militar si los europeos no quieren ser unos “vasallos felices”. No obstante, negó de forma rotunda que haya un clima bélico en el contexto europeo, no así en Ucrania, por lo que insistió es momento de prepararse ante lo “que pudiera pasar”.
En su opinión, se han acabado los “tres pilares” sobre los que se sustentaba el modo de vida en Europa: la energía barata de Rusia a través de su gas, la protección de Estados Unidos y los mercados que ofrecía China. De esta forma, alertó de las consecuencias de mantener la dependencia militar de Trump y la tecnológica de China, que señaló si corta el suministro de chips podría obligar a parar la producción de la industria del automóvil en cuestión de semanas.
Igualmente, Borrell denunció que Europa es “completamente disfuncional” porque fue diseñada y construida para otro mundo diferente al actual, ya que su principal objetivo era el de evitar la guerra con el comercio. “Éramos los buenos de la película”, dijo sin embargo señaló que ahora ha perdido “el alma” y la capacidad de influir con sus valores y, como ejemplo, puso la actuación en Gaza con más de 70.000 muertos, sin que se haya hecho “nada”.
Finalmente, el expresidente del Parlamento Europeo alertó del crecimiento de la “extrema derecha populista”, ya que consideró que si se hace con el poder en Alemania y Francia, se acabaría la Unión Europea. En España, por el contrario, lamentó la existencia de un debate “agrio” y a “cara de perro” en un momento en el que señaló “va bien”, ante el crecimiento que experimenta su economía.
