Castilla y León marca sus peores niveles de ozono desde 2019 y Ecologistas exige a la Junta que aplique el plan de calidad del aire

La frecuencia de las superaciones del valor objetivo legal ha recuperado la de los años previos a la pandemia de la COVID-19, indica la organización ecologista

Un informe de Ecologistas en Acción denuncia que los niveles de ozono en Castilla y León en 2025 han sido los más altos registrados desde el año 2019, como consecuencia de las dos “intensas y prolongadas” olas de calor del verano, el más cálido desde que se dispone de registros.

El estudio asegura que el aire contaminado por ozono ha vuelto a afectar en 2025 a la totalidad de la población castellana y leonesa. No obstante, durante el presente año, exponen, “no se ha identificado población expuesta a niveles superiores al obsoleto objetivo legal vigente para la protección de la salud ni al nuevo objetivo legal aprobado para 2030 por la Unión Europea, más laxos que la guía de la OMS”, como recoge Ical.

La frecuencia de las superaciones del valor objetivo legal ha recuperado la de los años previos a la pandemia de la COVID-19, indica la organización ecologista, con un aumento del seis por ciento en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Castilla y León. En 2025, recalcan, se han producido además seis superaciones del umbral de información en El Bierzo, durante el episodio de mediados de agosto, coincidiendo con la proliferación de incendios forestales.

En este contexto, Ecologistas en Acción pide a la Junta de Castilla y León la aplicación del Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono Troposférico, aprobado en 2021 en ejecución de las sentencias judiciales del Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo, ninguna de cuyas diecisiete acciones ha sido implementada hasta la fecha. Un Plan, afirman, cuya legalidad estudia el Tribunal Supremo, tras su anulación por el Tribunal Superior de Justicia en 2023.

“La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año hasta 600 muertes en Castilla y León, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias”, comentan Ecologistas en Acción, quienes precisan que “durante el verano de 2025, el Instituto de Salud Carlos III ha estimado en Castilla y León un exceso de 356 muertes por el calor y el ozono”.

Ecologistas en Acción también critica que la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas “no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema”. “La Junta de Castilla y León se ha limitado a difundir un aviso rutinario durante el episodio de ozono en El Bierzo, careciendo del preceptivo protocolo de actuación frente a estas situaciones de elevada contaminación”, constatan.

Por último, explican que as principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro energético, ordenar el actual despliegue caótico de las energías renovables, penalizar fiscalmente los vehículos diésel y la aviación y una moratoria para las nuevas macrogranjas.

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