El Ayuntamiento de Zamora acaba de instalar cinco urinarios para perros, popularmente conocidos como ‘pipicanes’, en sendos parques de la ciudad. Los urinarios, en forma de tótem y con una estructura similar a la de un parquímetro, son de acero galvanizado con elementos de aluminio y plástico. Miden 1,90 metros, pesan 65 kilos y pueden contener 3.000 galletas para premiar a los canes que orinen en la base del tótem.
Los ‘pipicanes’, instalados en los parques de La Marina, Las Viñas, la avenida de Portugal -en la zona de Eduardo Barrón-, Cañaveral y Puerta Nueva, ejercerán “una labor de adiestradores, acostumbrando al perro a hacer ahí sus necesidades, con el objetivo de premiar y educar en el civismo en lugar del castigo, regalando una pequeña chuchería si los perros orinan correctamente”, según explicaron fuentes municipales.
El funcionamiento de estos dispositivos es “completamente autónomo, gracias a su panel solar integrado”. Para que cada animal obtenga su recompensa, el dispensador está controlado por un temporizador. No se podrán obtener nuevas recompensas mientras no pase un tiempo determinado
Además, el ‘pipicán’ utiliza un sistema para retener los orines y evitar olores desagradables y, cuando el material de la base se satura, se sustituye, según apuntaron las mismas fuentes.