El Museo Diocesano y de la Semana Santa de León abre sus puertas como “un lugar y símbolo de encuentro”

La inauguración del espacio concluye una andadura de diez años en los que se han invertido cerca ocho millones de euros por parte de la Diócesis, la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación

El Museo Diocesano y de la Semana Santa de León abrirá mañana sus puertas al público con “criterio de continuidad, prolongación y complementariedad para honrar la historia y el arte” para convertirse en “un lugar y símbolo de encuentro” tras llegar “al final de una fase” que ha requerido de diez años y una inversión cercana a los ocho millones de euros por parte de la Diócesis de León, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación provincial y que ahora “inicia su andadura con la acogida de los visitantes, la organización de exposiciones y eventos y el estudio, la investigación y la difusión y el fomento de la fe, la cultura y el arte”.

 

Campillo / ICAL . Acto de inauguración del Museo Diocesano y de la Semana Santa de León, con la asistencia del presidente de las Cortes Autonómicas, Carlos Pollán, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el alcalde de León, José Antonio Diez, y otros representantes institucionales

 

Así lo remarcó este martes el presidente del patronato de la Fundación Museo Diocesano y de Semana Santa de León, Luis García, durante la puesta de largo del espacio cuyos orígenes se remontan al año 2014, cuando el entonces obispo, Julián López, “creo una comisión para estudiar su viabilidad”, iniciando así un “recorrido” que llevó a la reforma del edificio, que se bendijo el 1 julio de 2020, y el posterior desarrollo de los contenidos y museografía “con mucho trabajo, ilusión y dedicación”.

Todo ello ha dado paso a “un único museo con dos identidades” que “se complementan para mostrar la belleza de la fe que crea arte para conducir a los hombres hacia el conocimiento de Dios”. Así, en las salas dedicadas a la Semana Santa, se presenta “un nuevo acceso” a unas 120 piezas que “sorprenden desde la cercanía con los mil detalles que pueden pasar desapercibidos en el contexto de la procesión”, mientras que en la Sala Diocesana se disponen más de 200 piezas de la creación artística para las celebraciones litúrgicas u otras formas de piedad en el ámbito de las parroquias de la Diócesis, “la mayoría de ellas inéditas, con un sabor popular pero alto nivel artístico”.

 

 

“Que sea enhorabuena”

“Que sea enhorabuena”, afirmó el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, convencido de que el Museo Diocesano y de la Semana Santa de León ofrece “dos binomios que harán historia de futuro con una fuerza impresionante en la altura del proyecto museístico”. El primero de ellos es “la cooperación y la esperanza” tras haber “reunido las aportaciones de instituciones públicas”, que “constituye una cooperación que da esperanza”, así como “la comunicación cristiana entre cofradías y hermandades y la Diócesis -que aportó una financiación de más de cinco millones de euros para el proyecto- al servicio del bien común”.

El segundo de los binomios resaltados por el obispo se trata de “la fe y la vida”, ya que el “incomparable” espacio “guarda y ofrece tesoros de siglos de fe cristiana expresada espléndidamente en el arte sacro y de Semana Santa como parte irrenunciable de la historia de León”. Un espacio “de encuentro” para “fraguar la amistad social, la fraternidad cristiana y adentrarse, por medio del arte, en el asombro y el conocimiento de los misterios de Dios”,

Mientras que la Diócesis de León aportó más de cinco millones para el proyecto, la Junta de Castilla y León destinó más de 2,1 millones de euros. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aprovechó la inauguración del Museo para trasladar su “reconocimiento y agradecimiento a todas las personas e instituciones que han trabajado para una realidad que no ha estado exenta de dificultades”, pero que han demostrado que “cuando las voluntades suman, se hacen grandes y hacen posible lo que a priori parecía muy difícil”.

El consejero puso de relieve la “generosidad” del Obispado por “poner a disposición de la ciudad un edificio oculto”, al que se refirió como “un lugar emblemático con una espiritualidad especial”, lo que ha permitido crear un Museo de la Semana Santa “que no solo representa la iconografía sacra y eclesiástica relacionada con Semana Santa de la ciudad”, que se trata del “elemento turístico más importante y que más relevancia tiene en la capital”, sino también de toda la provincia.

 

 

“Casa de reunión”

El alcalde de León, José Antonio Diez, se mostró “emocionado” como “papón” por la apertura del Museo, “una casa de hermandad en la que reconocer el legado imaginero, textil, histórico y artístico pero sobre todo sentimental que ha llegado generación tras generación ante los más de 500 años en los que se ha forjado el patrimonio material e inmaterial del que está formado”.

Un legado que forma parte de una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional y que supone “un reclamo que atrae cada año a miles de visitantes y genera un movimiento económico que desplaza cualquier otra época del año”. “Hemos ganado una casa de reunión, unión y conmemoración en la que vivir la historia religiosa gracias a la unción de las instituciones”, afirmó el regidor leonés.

La aportación del Ayuntamiento de León para el Museo Diocesano y de la Semana Santa de León fue de 500.000 euros, mientras que la Diputación de León destinó 200.000 euros con el objetivo de crear “una referencia sobre una de las manifestaciones más tradicionales y arraigadas de la provincia”, tal y como resaltó el presidente, Gerardo Álvarez Courel, para quien la Semana Santa “aúna de forma perfecta religión, espiritualidad, tradición y cultura”.

“Gracias al Museo, la llama que ilumina León y su provincia ante la celebración de la Semana Santa se mantendrá encendida todo el año y permitirá a quienes lo visiten conocer una de las señas de identidad” de la mano de un espacio “que “ofrece una experiencia que aúna lo teológico y lo popular”, concluyó.

 

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