Las Cortes de Castilla y León acogieron este viernes, un día antes de su aprobación oficial un 25 de febrero de 1983, la solemne conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía con la presencia de unas 200 personas de distintos ámbitos de la Comunidad, pero marcado por la división y por las criticas de la oposición y de los sindicatos a los efectos del primer pacto autonómico de gobierno entre el PP y Vox.
El acto institucional apenas duró doce minutos, los que tardó el presidente de la Cámara, Carlos Pollán (Vox), de leer su discurso institucional en el que pidió “un esfuerzo por dignificar la política” y apeló también a la concordia para que “se vea que entre quienes piensan diferente es posible”. Sin Medalla, por la falta de entendimiento para su entrega, se pasó al vino ofrecido a los invitados.
Con caras serias comparecieron los portavoces de las formaciones políticas presentes en el hemiciclo, excepto UPL, que nunca ha asistido a este evento. “Nada que aplaudir, nada que celebrar”, fue la frase en la que coincidieron Luis Tudanca (PSOE), Pablo Fernández (Unidas Podemos) y Francisco Igea (Ciudadanos). Para el PP, en boca de Ángel Ibáñez, el discurso fue “positivo”.
Tampoco nada que celebrar para las formaciones provinciales. Soria Ya, plataforma nueva en las Cortes, se sintió “decepcionada”, como explicó su procuradora Vannesa García, que criticó una Comunidad “a dos velocidades”. Por Ávila, que entró en mayo de 2019, denunció a través de su procurador Pedro Pascual que el incumplimiento del Estatuto lleva a la desigualdad.
En la misma línea, se manifestaron los líderes sindicales de CCOO, Vicente Andrés, y de UGT, Faustino Temprano, que mañana celebran su acto reivindicativo del Estatuto de Autonomía en el que esperan reunir a 2.000 personas en la Cúpula del Milenio de Valladolid. Para ambos, a los que tampoco gustó el discurso del presidente, este 40 aniversario, llega “en el peor momento” por la división y por la situación política, económica y social de la Comunidad.
En el banco azul, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que dejó las Cortes sin hacer declaraciones; el vicepresidente, Juan García-Gallardo, y los consejeros siguieron la breve intervención institucional. Solo el expresidente de la Junta Demetrio Madrid acudió al acto, que no contó con la presencia del último expresidente, Juan Vicente Herrera, ni de Juan José Lucas, ni de Jesús Posada. José María Aznar nunca ha asistido a esta celebración. Tampoco estuvo el socialista José Constantino Nalda.
En el caso de los expresidentes de las Cortes participaron en la celebración Luis Fuentes, titular de la Cámara entre 2019-2022, Silvia Clemente (2015-2019) y José Manuel Fernández Santiago, no así los otros tres que han presidido la segunda institución de la Comunidad a lo largo de estas once legislaturas.
Se vio a diputados y senadores del Grupo Popular como Javier Maroto, Jaime Mateu, Mercedes Cantalapiedra, Gonzalo Robles, José Antonio Bermúdez de Castro, Fernando Martínez Maíllo, Antonio Silván, Juan José Sanz Vitorio, Milagros Marcos o Javier Lacalle, entre otros.
Del ámbito institucional, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y la subdelegada en Valladolid, Alicia Villar. También los presidentes de las instituciones propias, Tomás Quintana (Procurador del Común), Mario Amilivia (Consejo de Cuentas), Agustín Sánchez de Vega (Consejo Consultivo) y Enrique Cabero (Consejo Económico y Social).
El presidente del TSJ, José Luis Concepción, y el fiscal jefe, Santiago Mena, estuvieron entre los invitados. También, los líderes sindicales Vicente Andrés (CCOO) y Faustino Temprano (UGT) y el secretario general de CEOE Castilla y León, David Esteban, así como el presidente del Consejo Regional de Cámaras Oficiales de Comercio e Industria de Castilla y León, Antonio Miguel Méndez Pozo, entre otros del mundo de la educación y de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.