Suárez-Quiñones destaca que el sector de técnicos forestales en la Comunidad es un nicho de “empleo prácticamente inmediato”

El consejero de Medio Ambiente firma un protocolo con la ULE para fomentar las matriculaciones en estas titulaciones

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó hoy que el sector de ingenieros técnicos forestales es un nicho de “empleo prácticamente inmediato”, con ocupación laboral para más del 97 por ciento de los titulados. El consejero y el rector de la Universidad de León (ULE), Juan Francisco García Marín, firmaron en el Campus de Ponferrada un protocolo de colaboración para impulsar la formación forestal universitaria en Castilla y León, similar al suscrito hace unas semanas con la Universidad de Valladolid (UVa) en el Campus de Palencia.

Este acuerdo trata de incrementar las matriculaciones de nuevos alumnos en las titulaciones universitarias de las formaciones forestales de la Comunidad. “Es un acuerdo en beneficio de todo el sector forestal de Castilla y León”, destacó Suárez-Quiñones, que confió en “motivar a los jóvenes para dedicar su vida profesional al un sector al alza en la Comunidad”. El protocolo pretende impulsar la divulgación de las actividades forestales y de conservación del patrimonio natural, a través de la armonización de las estrategias de comunicación y la organización de campañas de comunicación conjuntas.

Por otro lado, el documento establece que se organizarán sesiones de orientación profesional en institutos y centros de formación profesional para informar sobre las titulaciones forestales universitarias. Además, los firmantes promoverán alianzas estratégicas con empresas y administraciones locales para generar oportunidades de empleo para los egresados.

Con una vigencia de cuatro años prorrogables, el acuerdo prevé también la creación de una comisión de seguimiento que se encargará de determinar las estrategias para impulsar este tipo de estudios, que se reunirá al menos una vez al año y decidirá las aportaciones financieras de cada entidad participante.

El acto contó con la presencia del decano autonómico del Colegio de Ingenieros de Montes, Asier Saiz, así como del decano territorial del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, José Antonio Gallegos. Saiz lamentó que la “falta de profesionales” en esta actividad “con más de un siglo de historia” supone un freno para el desarrollo de los pueblos, mientras Gallegos insistió en que no se consiguen cubrir las plazas ofertadas.

Por su parte, el rector de la ULE valoró el incremento del número de alumnos matriculados en esta titulación registrado en los últimos años en el Campus de Ponferrada. “Esperemos que siga esa tendencia”, apuntó García Marín, que subrayó que el número de estudiantes de forestales en la capital del Bierzo asciende a 32 alumnos.

 

“Hacer nacer vocaciones”

Tras la firma del convenio, el consejero destacó que el principal objetivo del convenio es “hacer nacer vocaciones” y abrir las puertas de un futuro laboral para los jóvenes de la Comunidad. El acto coincidió con las Jornadas de Puertas Abiertas organizadas por la ULE en el Campus de Ponferrada. Las actividades programadas para estudiantes de Secundaria y Bachillerato incluyen charlas sobre los estudios que se imparten en la capital berciana y visitas a las instalaciones.

Por otro lado, Suárez-Quiñones valoró la apuesta de la Junta por el aprovechamiento de los bosques y la gestión sostenible de los cinco millones de hectáreas de superficie forestal de la Comunidad, un 51 por ciento de su extensión total. “En los últimos 20 años se han creado 320.000 hectáreas nuevas de bosque”, recalcó el consejero, que destacó que en medio siglo se ha triplicado la madera disponible en los bosques de Castilla y León.

De este modo, el acuerdo pretende impulsar la capacidad de los bosques para generar actividad económica a través de la extracción de madera, la recogida de setas, resina, castañas o piñones, la caza y la pesca, el turismo de naturaleza, los tratamientos selvícolas o la extinción de incendios. “El empleo forestal ha cambiado”, apuntó Suárez-Quiñones, que subrayó que el sector está “cada vez más tecnificado”.

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