Casi 85.000 familias monoparentales dependen de madres que salen adelante “sin más apoyo que sus propios recursos”

Un informe de Adecco indica que la inestabilidad laboral en en estos hogares incrementa el riesgo de pobreza intergeneracional

Un total de 106.700 familias monoparentales viven en Castilla y León, de las cuales el 79 por ciento (84.400) están encabezadas por una mujer, madres que “sacan adelante” sus hogares “sin más apoyo que sus propios recursos”, y un 21 por ciento por un hombre (22.300). La Comunidad concentra así el cinco por ciento de las familias monoparentales en España.

Un informe de Fundación Adecco indica que la inestabilidad laboral en familias monoparentales incrementa el riesgo de pobreza intergeneracional, y recalca que el 55 por ciento de las madres en solitario afronta dificultades para asumir los gastos en educación. Este porcentaje se ha incrementado en 12,5 puntos desde 2023, cuando alcanzó un 40,6 por ciento.

El informe recuerda que según el indicador AROPE, que combina riesgo de pobreza, privación material severa y baja intensidad de empleo en el hogar, en el último año se ha registrado una mejora de este índice, descendiendo del 26,5 al 25,8 por ciento. En el caso de las familias monoparentales el descenso ha sido similar, pasando del 52,7 al 50,3 por ciento. Sin embargo, estas familias siguen registrando niveles de vulnerabilidad que duplican la media nacional, lo que evidencia su especial exposición a la pobreza y la exclusión social.

Adecco explica que detrás de esta dificultad subyace un factor determinante: mayores barreras de las mujeres al frente de familias monoparentales para acceder y consolidarse en el mercado laboral. Esto “favorece” que su desempleo tienda a cronificarse y que, cuando logran incorporarse, lo hagan en empleos “poco sostenibles; trabajos que, si bien permiten una inserción inicial, no garantizan las condiciones para la autonomía económica, la estabilidad ni la inclusión social a largo plazo”.

“Las dificultades laborales en los hogares monoparentales, sustentados por un único ingreso, se ven agravadas por el encarecimiento del coste de vida y la sobrecarga de cuidados. Esta combinación limita tanto los recursos económicos como el tiempo para acompañar a los hijos, convirtiendo la educación en un gasto difícil de asumir y debilitando el principal motor de movilidad social. Así, la pobreza puede transmitirse de una generación a otra, lo que refuerza la necesidad de garantizar un empleo digno, estable y compatible con el cuidado, como herramienta clave para frenar la pobreza heredada y asegurar un futuro próspero para las nuevas generaciones.”, subraya Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.

El informe explica que casi la mitad de las mujeres (48,6 por ciento) declara haber experimentado discriminación en procesos de selección cuando expone su condición de madre en solitario, porcentaje que se incrementa hasta el 55 por ciento en el caso de las mujeres de nacionalidad extranjera, como recoge Ical.

Asimismo, el 72,8 por ciento de las madres solas ha tenido que rechazar un empleo por no poder conciliar, debido a horarios incompatibles con su situación (63,2 por ciento), el coste inasumible de cuidados (49,9 por ciento) o a la falta de red de apoyo (38,9 por ciento).

La presión económica explica que el 84 por ciento aceptaría un puesto de trabajo por debajo de su cualificación y que el 45 por ciento estaría dispuesta a aceptar un empleo en la economía sumergida o irregular, ante la urgencia de ingresos económicos.

“Con este análisis queremos visibilizar las barreras que afrontan las mujeres al frente de familias monoparentales a lo largo de su itinerario laboral, desde un enfoque constructivo y compartido. Superarlas es una responsabilidad conjunta que implica a las instituciones públicas, a las empresas y a las propias profesionales. Debemos avanzar hacia un modelo de flexiseguridad equilibrado, que permita a las mujeres desarrollar su carrera sin penalizaciones por su condición familiar y que, al mismo tiempo, ofrezca a las empresas -grandes y pequeñas- el marco necesario para conformar equipos diversos y competitivos”, explica Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

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