Álava se fija como objetivo anexionarse el condado burgalés de Treviño en 2029. El diputado general alavés, Ramiro González, aseguró que ve “un momento de oportunidad”, para encontrar una solución al “anacronismo” en el que a su juicio vive el enclave. La vía para resolver este asunto pasa, según defendió, por la integración del enclave burgalés en el suelo alavés.
En medio de este escenario, el responsable de la institución foral recordó que los últimos convenios renovados con la Diputación de Burgos se han ampliado por un plazo de cuatro años, lo que deja un nuevo escenario para 2029. De aquí hasta esa fecha, el responsable de la institución alavesa considera que existe “un plazo suficiente” para conseguir la integración “con una absoluta normalidad”, según recoge en su edición de hoy Diario de Burgos.
González contestó sobre el Condado a preguntas de los grupos en el pleno de control de las Juntas Generales, donde se mostró muy crítico con la defensa territorial ejercida desde la Diputación de Burgos. En especial, apuntó sus dardos al presidente, Borja Suárez, al que remitió una carta en septiembre para transmitirle que “ha quebrantado la buena fe”. Al respecto, consideró que algunas de las manifestaciones del político mirandés han sido “una falta de respeto a nuestro territorio y a sus instituciones”. Las quejas tienen que ver con referencias a los fueros o la amplificación de este debate en ciertos momentos por parte del nacionalismo vasco.
González defendió sobre la relación actual que los convenios siempre han tenido un carácter “temporal”, y añadió que la Diputación de Burgos ha sido consciente. En cualquier caso, en Álava entienden que estos mecanismos se articularon para mejorar los servicios que reciben los habitantes del enclave, con la intención de dar una ayuda desde la administración vasca, “lo más parecida posible”, a la que reciben los propios alaveses.
