El grupo ‘Admirable’ de la UBU desarrolla un videojuego que enseña a los alumnos los diferentes componentes de un ordenador

La realidad virtual puede aplicarse al entorno educativo. Así lo está demostrando el grupo de investigación de la Universidad de Burgos (UBU) ‘Admirable’ que ha desarrollado un videojuego de realidad virtual que enseña a los alumnos a mejorar sus conceptos sobre informática básica, conocer los diferentes componentes que forman un ordenador y a montarlo por sí mismos. Este juego educativo, denominado PC-Virtual-Lab, nació primero para utilizarse solo con realidad virtual, pero ahora también puede probarse en cualquier ordenador.

El profesor ayudante doctor en Ingeniería informática David Checa, explica que, mientras estaba trabajando en su tesis sobre el uso de la realidad virtual para mejorar el aprendizaje, empezó a dar clase de informática básica en la universidad. Durante los primeros temas, los alumnos aprenden acerca de los diferentes componentes de un ordenador, sin embargo, no contaban con ordenadores suficientes para que todos los alumnos pudiesen montar y desmontar, cambiar piezas y ver cómo se desarrollan las diferentes partes.

 

Ricardo Ordóñez / ICAL. David Checa, impulsor de PC-Virtual-Lab

 

Fue entonces cuando se dio cuenta de lo efectivo que resultaría utilizar la realidad virtual para esta tarea. “Encajaba perfecto”, afirma Checa, ya que les permitiría tener un simulador, donde los alumnos pudiesen hacer pruebas. “Aprendían lo que implicaba montar un ordenador, los tamaños de las piezas, por qué se colocaban de una manera y no de otra…etcétera. Se complementaba muy bien la teoría con la práctica en realidad virtual”, añadió.

En una primera fase, el juego cuanta con un tutorial para que el usuario aprenda a utilizar las gafas de realidad virtual, los mandos e interactúe con el entorno. Además, cuentan con un ayudante virtual en forma de robot que guía al usuario en el proceso. La práctica llega a través de diferentes niveles, donde los alumnos pueden aplicar los conceptos aprendidos en el aula. De esta forma, el juego les pide identificar las diferentes partes que componen un ordenador; o colocar correctamente los ventiladores en un ordenador de forma que el flujo de aire sea correcto. Al final, se enfrentan a una pequeña prueba donde tienen que demostrar los conocimientos adquiridos y ser capaces de montar un ordenador.

Aunque la idea inicial era que el juego se utilizase con realidad virtual, Checa explica que no todo el mundo tiene acceso a ella al no disponer de los aparatos necesarios, y por ello decidieron adaptarlo para ser utilizado en cualquier ordenador. El proyecto fue uno de los ganadores de la IX edición de la convocatoria Prueba Concepto organizada por la OTRI de la Universidad de Burgos, y con la financiación conseguida se logró adaptar esta herramienta a distintos niveles educativos.

El juego se subió a STEAM, una plataforma de videojuegos donde cualquier persona puede utilizarlo, y tal y como señala Checa, está teniendo “muy buena acogida”, lo que les anima a seguir trabajando en otros módulos. En principio, el juego está dirigido solo a estudiantes de informática que quieran aprender sobre estos conceptos básicos. Se está usando mucho en grados de formación profesional y en algunos institutos, en asignaturas de informática básica. “Para un nivel superior es fácil, pero nuestra intención es ir complementándolo con niveles un poco más complicados”, añade.

 

 

Los múltiples usos de la realidad virtual

El desarrollo de este videojuego empezó con el proyecto de tesis de Checa, pero pronto se unieron a él el resto de integrantes de ‘Admirable’, como fueron el profesor Andrés Bustillo, y los investigadores Inés Miguel, Henar Guillen y Bruno Rodríguez. ‘Admirable’ es un grupo de investigación dedicado especialmente al Data Mining, pero que también se está abriendo a la realidad virtual, aplicada a la educación y al entrenamiento. Tal y como explica Checa, buscan “medir si con dispositivos de realidad virtual y juegos educativos, se puede aprender más y mejor”.

PC-Virtual-Lab no es el único proyecto que han desarrollado, porque también trabajan en un simulador de puente grúa, centrado en la prevención de riesgos laborales en operarios de puentes grúa en entornos industriales; y un aula de capacitación para aprender sobre motores de inducción, de forma que pueden aprender a detectar fallos y entrenar en realidad virtual. Algo que señala que es “muy difícil de entrenar en la vida real”, porque obligaría a tener muchos motores, con diferentes fallos. “Lo bueno de la realidad virtual es que tienes acceso a todos los motores del mundo y puedes simular fallos, sin ningún problema. Ahorra muchos costes y permite a los alumnos tener acceso a esta herramienta y entrenar con ella”, afirma.

“Desde que empecé con la tesis hace seis años, la realidad virtual ha evolucionado mucho”, afirma David Checa, aunque señala que todavía sigue habiendo “relativamente poca gente” con acceso a ella, al no disponer de los cascos de realidad virtual o dispositivos necesarios para poder trabajar con ella. Sin embargo cree que seguirá evolucionando, y todavía queda “margen” para que las herramientas puedan seguir desarrollando su potencial en esta materia.

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