El Mariquelo volverá a ‘tocar’ el cielo de Salamanca por los enfermos de ELA y parkinson

El folcrorista Ángel Rufino de Haro realizará el próximo martes su 37 ascensión a la Catedral Nueva de la capital del Tormes cumpliendo con una tradición que tiene su origen en terremoto de Lisboa de 1755

El folcrotista Ángel Rufino de Haro, más conocido como El Mariquelo, volverá a ‘tacar’ el cielo de Salamanca el próximo martes, como cada 31 de octubre desde hace 37 años. En esta ocasión, la vertiente solidaria del evento servirá para dar visibilidad a los enfermos de ELA y también a los afectados por parkinson, según confirmó el propio folclorista en declaraciones recogidas por Ical durante su comparecencia de este viernes en un céntrico restaurante de la capital del Tormes.

“Dios mediante, ahí estaremos”, manifestó El Mariquelo, siempre parco en apalabras en los medios de comunicación, pero dejando entrever la pasión que profesa por una tradición que recuperó hacia casi cuatro décadas y que aún mantiene vigente. Dicho evento se realizó por primera vez al cumplirse un año del terremoto de Lisboa de 1755 y con el objetivo de calibrar la inclinación de la torre catedralicia tras el seísmo acaecido en la capital portuguesa.

Rufino de Haro recordó, eso sí, que, desde la pandemia, no tiene permitido ir a caballo desde el Puente Romano, así que será una comitiva a pie de personas ataviadas con trajes regionales, que llegarán procedentes del resto de Castilla y León, Andalucía y el País Vasco, la que acompañe al folclorista, su gaita y su tamboril hasta la Rúa Mayor, por la calle Meléndez, la plaza del Corrillo y la Plaza Mayor, donde se unirán más asociaciones regionales.

El Mariquelo quiso agradecer el apoyo de las instituciones y de “cada vez aún más ayuntamientos”. Y esta vez, quiso personalizar su agradecimiento mencionando a Luis Barrios, la Fundación General de la Universidad de Salamanca, Luis Barba y Ana Navarro, de la Fundación Ciudad de Cultura, y a David Mingo, diputado de Cultura en la institución provincial.

A continuación, tomó la palabra Carmen Hernández, enferma de ELA y miembro de la la asociación castellana y leonesa de esta afección. Carmen explicó que lleva diagnosticada apenas un año y manifestó su temor por la evolución que pueda experimentar. Sobre su asociación, ELACyL, expresó su agradecimiento porque “con los pocos medios que tiene, trata de suplir las carencias que hay a nivel de administraciones”.

Además, comentó que es una enfermedad que “se conoce poco” e invitó a “que todo el mundo la conozca y vea cómo son los problemas que acarrea, para que todos puedan comprender y colaborar”. “Estoy en las primeras fases, de momento no avanza muy deprisa pero no sé si esto va a ser así. En poco tiempo pude ser fatal”, señaló, agradeciendo la visibilidad que, con este acto, les aporta El Mariquelo.

Por otra parte, pidió a administración sanitaria, en concreto que no ponga “trabas” y que trate de “ayudar”. “No queremos que nos tengan lástima ni nos traten con prioridad, pero sí necesitamos ayuda para no tener que pedir la eutanasia porque, a veces, hay gente que no puede soportarlo física, ni emocionalmente, ni tampoco económicamente porque es una enfermedad muy cara y hay familias que no pueden permitírsela”, comentó.

A continuación, la presidenta de la asociación Parkinson Salamanca, Teresa Martín, reconoció que los aquejados por esta afección tienen “muchas dificultades” para obtener una calidad de vida aceptable. “Siempre faltan medios físicos, económicos y, a veces, hasta morales”, advirtió, aunque agradeció, eso sí, al Ayuntamiento contar con un espacio municipal, además de una subvención pública. “ Pero quisiera dar las gracias a El Mariquelo porque todo lo que sea sensibilización y visibilización es importante. No todo es dinero. Siempre hace falta, pero también es importante que la gente sepa qué hacer con los pacientes”, comentó.

En este sentido, la presidente de Parkinson Salamanca advirtió de que, en ocasiones, llegan a confundir a este tipo de enfermos con personas “bebidas” o “que no están bien psiquiátricamente”. “Hace dos días se cayó una persona en la calle y ha estado tirada en la calle media hora. Es fácil confundirlo. Se tambalea, vas a decirle algo y no es capaz de hablar. Por eso, la formación de todo el mundo, autobuseros, policías, guardias civiles, gente que trabaja en los supermercados, todo el mundo, es importante. Y ya no hablamos de los que tienen botes psicóticos o delirios por la medicación. Así que quiero hacer un llamamiento a que haya un poco de consideración. Todos tienen derecho a que sus necesidades estén cubiertas y a tener una calidad de vida lo mejor posible”, concluyó Teresa Martín.

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