El Grupo Parlamentario Socialista instó hoy a la Junta a elaborar una estrategia de inteligencia artificial (IA), con horizonte 2030, con el objetivo de fomentar el desarrollo tecnológico y el progreso global de la ciudadanía. Esto conllevaría, según explicó el portavoz, Luis Tudanca, para desarrollar aplicaciones extensivas a toda la actividad pública, productiva y social.
Tudanca señaló que el PSOE trasladará esta petición mediante una PNL para el próximo pleno, en una iniciativa “pionero”. “Es un asunto complejo que requiere de mucho conocimiento. La llegada de la inteligencia artificial es una gran promesa, pero también una gran amenaza, pero es irreversible, inevitable. Y hay que estar preparados porque es un cambio de dimensiones proporcionales a la primera gran revolución industrial. No podemos perder esta oportunidades con aplicaciones para industria, robótica, viviendas, movilidad, ciudades, etc.”, expuso el portavoz socialista, quien animó a “ponerse manos a la obra para no llegar tarde en este caso” porque, la Comunidad, insistió, “lo ha hecho siempre tarde a todas las revoluciones”.
También recordó que la Junta ha recibido ya más de 2.200 millones de euros de fondos europeos “y no se conoce ni un solo gran proyecto de transformación”. “Este podría haber sido uno. No es un problema de recursos económico”, indicó.
“El liderazgo que seamos capaces de tener y de hacerlo mejor que otros determinará el futuro de Castilla y León, de crear talento y empleo, mejorar los servicios públicos y que los ciudadanos puedan confirmar en el desarrollo de estas tecnologías”, opinó Tudanca, quien alabó el trabajo que realiza en este sentido Bruselas para “regular los aspectos éticos en materia de desarrollo de inteligencia artificial, que protege a los ciudadanos de posibles defectos de estas tecnologías y diferencia a Europa de otras zonas del mundo para contribuir a reducir las desigualdades sociales”, algo que confió en que se transponga a Castilla y León.
“Pero lamentablemente”, continuó el líder socialista, Castilla y León “empieza un poco más atrás que los demás”, pues tan solo solo el 7,4 por ciento de las empresas de la Comunidad mayores de diez empleados ha introducido inteligencia artificial en sus procesos productivos, sólo por delante “de Ceuta y Melilla”, frente al 10,25 por ciento de media nacional. “Somos la última. Esto nos urge a hacer cosas. Algunas autonomías ya cuentan con estrategias propias y otras están a punto de aprobarlas”, afeó Tudanca, quien sostuvo que la importancia es mayor si se tiene en cuenta que la inteligencia artificial representará el uno por ciento del PIB.
Además, destacó el “polo” de Castilla y León en esta materia, que “debe ser decisivo y cómplice”, como son las universidades, el Incibe, el Instituto Tecnológico de Castilla y León, con sede en Burgos, o la Fundación Supercomputación, en León, que “tienen que ser instrumentos necesarios”.
“Coger este tren”
En resumen, expuso Tudanca, Castilla y León está obligada a “coger este tren” para aprovechar la “oportunidad del desarrollo tecnológico y para el progreso global de la ciudadanía, mejorar los servicios públicos y que la Comunidad se convierta en referencia de la vanguardia de la última revolución industrial”, aunque reconoció que “aún hoy es difícil de atisbar”. “Si quiere colocarse en la senda del futuro, Castilla y León no puede quedarse atrás”, espetó Tudanca.
Por último, sostuvo que se trata de una PNL que “trasciende la coyuntura, el ruido, la política de corto plazo”, pero prometió que es “necesaria”. “Si no somos capaces de hacerlo rápido y bien nos arrepentiremos; y dentro de unos años miraremos atrás y nos lamentaremos de haber perdido esta oportunidad”, reflexionó.
En la iniciativa que llevará al próximo pleno, el PSOE, además de una estrategia, pide poner en marcha un observatorio que permita a las administraciones, al tejido productivo y al conjunto de la sociedad regional un seguimiento de los acontecimientos, progresos e innovaciones más relevantes en la materia. También, un programa de competencias digitales dirigido a pymes, autónomos; apoyar la innovación en las escuelas y universidades, aumentando la inversión destinada a la creación de equipos de investigación; crear una plataforma inteligente, basada en los datos de la red propia de internet de las Cosas y la inteligencia artificial; y por último, promover, en cooperación con las entidades locales, una malla de gestión local basada en este concepto, orientada a garantizar la calidad y accesibilidad de servicios públicos, equipamientos comerciales, sociales y financieros e identificar necesidades, demandas y nuevos modelos de prestación.
“Capitalizar la potencialidad”
Por su parte, Iban García del Blanco alabó una iniciativa “bien construida, que es muy exigente y ambiciosa, pero es muy realista”, porque “trata de capitalizar la potencialidad de Castilla y León para aprovechar la gran oportunidad de este gran cambio civilizatorio que llegará con la inteligencia artificial”. “Hay quien define su llegada masiva como la cuarta revolución industrial. Es un concepto atinado porque sintetiza la gran dimensión de cambio que vivimos”, comentó.
García del Blanco se refirió a la “enorme oportunidad” para el avance humano, la productividad de las empresas, las start up y el “beneficio para la sociedad”. Pero también, advirtió, hay que tener en cuenta “posibles fallos y consecuencias negativas que se pueden dar”, motivo por el que la UE “trabaja en un marco regulatorio holístico para garantizar que su uso es armónico con el catálogo de derechos y libertades y que llega capilarizada y no queda en manos de unos pocos inversores o afortunados”.
También recordó los “ingentes recursos” que la UE dedicará a la inteligencia artificial y a la formación, pues se estima que solo ahora hay 700.000 puestos de trabajo sin cubrir en desarrollo tecnológico en el viejo continente. “Imaginemos mañana, con coches autónomos, inteligencia artificial en hospitales, etc.”, dijo.
Por eso, coincidió con Tudanca en que “nadie puede mostrarse ajeno a este cambio y necesidad de adaptación”, por lo que apostó por Castilla y León para aprovecharse de una “grandísima oportunidad”, después de que la Comunidad “haya dado la espalda al desarrollo y la modernidad”. “Las cartas se están repartiendo de nuevo para la partida”, aseveró, para reclamar una estrategia autonómica en esta materia, como “han hecho ya otras regiones”. “Castilla y León no tiene razón objetiva para quedarse atrás y es importante capitalizar los recursos. No es ciencia ficción”, insistió, para señalar que en un margen “de uno o dos años” la aplicación de inteligencia artificial “parecerá magia”. Es más, vaticinó que en diez años “habrá camiones autónomos en las carreteras, con lo que ello puede significar para el sector del transporte”. “No podemos esconder la cabeza como un avestruz”, abogó García del Blanco, quien lamentó que cada vez que observa a Castilla y León ve “unos debates de tal nivel subterráneo” que debería empujar a “ponerse las pilas con las enormes oportunidades para alcanzar el futuro”.