El número de separaciones matrimoniales se redujo un 0,1 por ciento en Castilla y León en 2023, en la comparativa con el año anterior, al registrarse 3.769 demandas de disolución matrimonial, cinco menos que en el conjunto de 2022. De igual forma, a nivel nacional, se registró una caída del tres por ciento hasta las 92.344 separaciones.
Así figura en el análisis del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial que precisa que, si se ponen las demandas de disolución matrimonial en relación con la población, Castilla y León registró una tasa de 158,2 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la segunda media más baja del país solo por debajo de País Vasco (157,1). Además, queda lejos de la media nacional, con 192,1 casos por cada 100.000 habitantes.
Los divorcios consensuados en Castilla y León ascendieron a 2.187, un 1,8 por ciento menos que en 2022. Asimismo, los divorcios no consensuados alcanzaron en la Comunidad los 1,430, lo que supone una subida del 3,2 por ciento. El informe también indica que las separaciones consensuadas se cifraron en 104 en Castilla y León, al ser 14 por debajo del pasado año, y las no consensuadas sumaron 47, cinco más que las que se produjeron durante 2022.
El análisis de estos conflictos concreta, además, que en el primer trimestre de este año se presentaron en la Comunidad 509 demandas de modificación de medidas matrimoniales consensuadas, lo que representa un alza del 0,8 por ciento, mientras que las no consensuadas, 1.366, lo que son un 0,6 por ciento superiores a los datos de 2022.