El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León emitió hoy una sentencia que confirma la impuesta por la Audiencia Provincial de León contra un hombre a un año, cuatro meses y 17 días de prisión por un delito continuado de malos tratos contra dos de sus hijas menores de edad.
Los hechos juzgados se produjeron “entre al menos” 2013 y 2017, cuando el varón, de nacionalidad búlgara, convivía con su esposa y sus cinco hijos, entre los que se encontraban las dos niñas a las que, según establece la sentencia, “de manera reiterada y con intención de quebrantar su salud física y psíquica y con ánimo denigrante y vejatorio, las sometió de forma habitual a golpes, insultos y amenazas de modo continuo”.
Concretamente, se recoge que el clima de violencia se concretó en dos ocasiones concretas. La primera de ellas en julio de 2013, cuando propinó a una de sus hijas varios golpes en la cara que le provocaron una una parálisis facial. La segunda fue en noviembre de 2016 cuando, en el marco de una pelea familiar, llegó a provocar un corte con una botella en el brazo de su hija.
Los Servicios Sociales tuvieron conocimiento de lo ocurrido y se comunicó a la Fiscalía Provincial de León, que formuló una denuncia en mayo de 2017 por la que dos meses después se le impuso una orden de alejamiento, mientras que los tres hijos menores del acusado fueron acogidos por la Junta de Castilla y León.
Por estos hechos, la Audiencia Provincial de León impuso una condena de siete meses y 16 días de prisión por un delito de maltrato doméstico y a nueve meses y un día de prisión por un delito de malos tratos habituales.