La Feria Internacional del Enoturismo abrió hoy en Valladolid las puertas de su cuarta edición para reunir a 125 bodegas, rutas y hoteles de España, Francia y Portugal con un total de 70 touroperadores y agencias de viaje con el objetivo de reforzar el “maridaje” del turismo y la enología.
Así lo apuntó, durante la inauguración y en declaraciones recogidas por Ical, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que recordó que el enoturismo es el tercer tipo de turismo que más visitas genera en España, con tres millones de personas llegadas de todas las partes del mundo y 80 millones de euros vinculados a un sector del turismo donde, apuntó, “Castilla y León tiene entidad propia”.
No obstante, el sector vitivinícola en la Comunidad emplea a 80.000 personas, representa el 3,1 por ciento del PIB y genera 1.800 millones de euros de valor añadido bruto, mientras que el turismo rural cuenta con 3.200 establecimientos y 26.000 plazas hoteleras que hacen que ambos sectores se “den la mano” para seguir “generando riqueza y empleo en nuestra tierra”.
En ese sentido, informó sobre la apuesta del Gobierno por el enoturismo al dotar al sector de 68.4 millones de euros a través de un plan específico dedicado a la competitividad, y recordó el potencial del enoturismo para “ofrecer posibilidades a nuestros jóvenes para seguir luchando contra la despoblación”.
Y es que el enoturismo en España logró, según el último informe de ACEVIN correspondiente a 2021, un total de 1,64 millones de viajeros en las rutas, bodegas y museos asociados, gracias a las 36 rutas del vino existentes en el país que engloban a 2.378 empresas, 820 entidades públicas y más de 1.000 municipios.
Además, también cuentan con 800 bodegas que tienen una línea de negocio específica para el enoturismo, el 20 por ciento del total de 4.000 existentes en España, si bien la cifra se encuentra aún alejada de países como Italia, regiones como California o lugares como Francia, donde el número de bodegas y castillos vinculados al enoturismo alcanza los 10.000 y la aportación económica al país alcanza los 5.200 millones de euros.
Economía que “no se deslocaliza”
No obstante, el objetivo de FINE es que el sector del turismo siga creciendo en España ofreciendo una feria “consolidada en el territorio” y que cuenta con Valladolid como escaparate, motivo por el que la concejala del Ayuntamiento vallisoletano, Ana Redondo, alegó que “el territorio es fundamental” y que, por ello, “lo importante es estar unidos en este proyecto para incrementar un turismo cada vez de mayor calidad que valora la cultura del vino como ancestral y que une patrimonio, bodegas y territorio”, dado que su principal cualidad es que “no se deslocaliza”.
En el mismo sentido se enmarcó la intervención durante la inauguración del presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, que valoró la importancia del enoturismo en la provincia al contar con “más de 300 bodegas, todas amparadas en marcas de calidad”, y que supone una “clara apuesta” de la institución provincial por el enoturismo al ser el vino “marca de calidad de España y de Valladolid”.