La Biblioteca Pública de Zamora acoge la exposición titulada ‘El Cerco, 952º aniversario’, con 23 obras del pintor zamorano Antonio Pedrero, inspiradas en el libro ‘Romancero de Zamora (precedido de un estudio del cerco que puso a la ciudad Don Sancho, el Fuerte)’, publicado en 1880.
“El Cerco de Zamora es un hecho histórico fundamental en esta tierra, que queda capturado en arte en esta muestra, en una mezcla de óleos y dibujos, se exponen 23 piezas magníficas de Antonio Pedrero, con una inspiración no solo en la circunstancia histórica, sino también en la obra literaria de Cesáreo Fernández Duro”, señaló la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho.
“En ese ámbito, tenemos un recorrido que es literario, histórico y artístico, de reconocimiento al pintor que, además, tiene dos muestras recientes impulsadas por la Junta de Castilla y León. Es muy propicio porque hay que leer a nuestros escritores y contemplar a nuestros pintores en esta sala de exposiciones”, añadió.
Mar Sancho hizo estas declaraciones en la Biblioteca Pública de Zamora, durante la inauguración de la muestra titulada ‘El Cerco, 952º aniversario’, promovida por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte.
El propio Antonio Pedrero aporta sus comentarios sobre la creación del cuadro ‘El Cerco de Zamora’, recogidos en un vídeo que se puede ver al inicio de la exposición y en el que también aparecen Florián Ferrero, archivero, que habla de la ciudad de aquel momento; Daniel López, arquitecto, que acerca urbanísticamente la Zamora del año 1072, y Pedro Hilario, filólogo, que comenta el aspecto literario de la obra ‘Romancero de Zamora’.
Las obras de la exposición ‘El Cerco, 952º aniversario’, se podrán contemplar hasta el 1 de julio en la Sala de exposiciones de la Biblioteca Pública de Zamora.
“No es solo sobre ese mural que hay en la Subdelegación de Gobierno que a él le cambió la vida. Es el Cerco, integrado en Zamora, en el entorno, el Campo de la Verdad, y esa historia contada por Cesareo Fernández Duro”, señaló Ana Pedrero, hija del pintor, quien no pudo acudir a la inauguración.
“Si mi padre tiene dos cuadros representativos y decisivos en su vida, uno es ‘La Golondrina’ y el otro, este mural del Cerco, que fija definitivamente la trayectoria de mi padre en Zamora. Él era un joven que ya había expuesto en el extranjero, en bienales y en distintas exposiciones. Tenía las puertas abiertas para irse a Barcelona y es cuando surge el encargo de este mural”, relató.
“Reivindicar nuestros pintores”
En este contexto, Ana Pedrero recordó la “importancia” de los pintores zamoranos y la “necesidad” de que cuenten con un espacio público para su obra. “Él ha hecho de esto una cruzada personal. Es lo único que ha pedido mi padre durante toda su vida: un espacio propio para los museos y que, en su día, se prometió públicamente ante la prensa y no se ha cumplido”, indicó.
“Zamora ha sido muy cicatera con sus artistas, sobre todo con esa Escuela de San Ildefonso que puso Zamora en el mapa de la vanguardia y que, desgraciadamente, ha dejado morir prácticamente a todos sin ver ese espacio. Cuando no están aquí, ya no es necesario. Son ellos los que tenían que disfrutar de ese espacio y de que esta ciudad, que tiene muchísimos inmuebles vacíos, tuviera ya un espacio para sus artistas”, subrayó.