Unicaja Banco estima que la economía de Castilla y León intensificará su ritmo de crecimiento en 2022 y avanzará un 5,3 por ciento, aunque advierte del “contexto de elevada incertidumbre por diversos factores como las nuevas variantes del virus, los estrangulamientos en las cadenas de producción o el incremento de precios y costes”.
La entidad publicó hoy el número 28 de su informe trimestral ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, donde se precisa que este año el consumo privado y la inversión podrían crecer un 5,2 y 6,9 por ciento, respectivamente. Sin embargo,el consumo final de las administraciones públicos solo crecerá un dos por ciento.
Además, el documento recogido por Ical, vaticina del lado de la oferta, que el crecimiento por sectores será generalizado, con tasas más elevadas para la construcción (5,8 por ciento) y el sector servicios (5,6 por ciento). Además, estima que la industria avanzará un 4,5 por ciento, y el sector primero, un 3,2 por ciento.
El estudio augura además que el empleo crecerá un 1,1 por ciento en el promedio de 2022, situándose la tasa de paro en el 11,4 por ciento, 0,4 puntos porcentuales por debajo de la estimada para 2021.
Por lo que se refiere al cierre de 2021, las estimaciones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía apuntan a que el PIB de Castilla y León podría haber registrado un crecimiento del cinco por ciento.
Por el lado de la demanda, el consumo de los hogares y la inversión registrarían crecimientos del 4,8 y 6,7 por ciento, respectivamente, mientras que el gasto de las administraciones públicas se habría elevado un 3,1 por ciento.
Por el lado de la oferta, se espera un crecimiento generalizado, salvo en el sector agrario (-3,4 por ciento), más destacado para la industria (6,3 por ciento) y los servicios (5,4 por ciento). La construcción habría acelerado un tres por ciento.
Asimismo, se estima que el número de ocupados habría crecido un 1,2 por ciento en el promedio de 2021. Por su parte, el número de parados podría haberse reducido en un 1,7 por ciento, situándose la tasa de paro en el 11,8 por ciento, 0,3 puntos porcentuales inferior a la del promedio de 2020.