El Museo de la Evolución Humana (MEH) acoge desde hoy y hasta febrero de 2026 un centenar de obras desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, procedentes de la Real Fábrica de Tapices. Se trata de una muestra “única en Europa” sobre la producción de alfombras de nudo español y nudo turco, con una colección de textiles que se han recogido de clientes, instituciones públicas y privadas y fondos propios.
Además, se van a poder admirar cartones para tapiz y bocetos de alfombra y parte de la destacada obra gráfica perteneciente al Archivo Histórico de Real Fábrica de Tapices, además de un amplio conjunto de tapices y alfombras, que representan las tradicionales y reconocidas creaciones textiles de la manufactura madrileña. También se muestra el instrumental histórico tradicional utilizado en los diversos procesos de creación.
A diferencia de otras muestras itinerantes, ésta incorpora una amplia selección de cartones, bocetos, alfombras y tapices basados en diseños contemporáneos, fruto de la colaboración con reconocidos artistas como Manuel Valdés, Guillermo Pérez Villalta, Vaquero Turcios, Ágatha Ruiz de la Prada o Felipao, junto a los artistas residentes Alberto Baraya, Laura Torrado, Martina Rodríguez Morán y Gianluca Lattuada. La exposición incluye además innovadoras propuestas textiles desarrolladas con Iloema y la artista Laura F. Gibellini, así como un importante conjunto de piezas de su archivo histórico que, por primera vez, se presentan al público.
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, junto con el director de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker, presentaron la nueva exposición temporal del MEH ‘Real Fábrica de Tapices. Obra moderna y contemporánea’, que se podrá visitar de forma gratuita en la sala de exposiciones temporales de la planta -1 del MEH. En la presentación también estuvieron los dos comisarios de la muestra, Juan Luis Arsuaga, director científico del MEH y el historiador René Payo.
Santonja señaló que el MEH, dedicado a la evolución de la especie, alberga una exposición que “también explica la evolución de la sociedad, ya que hay constancia de la fabricación y empleo de tapices en periodos muy antiguos de la Historia”. En este sentido, destacó que “esta exposición quiere homenajear la labor de la real Fábrica de Tapices, señera institución que cuenta con más de 300 años de actividad y que ha sabido, en cada época, adaptarse a las modas y estilos imperantes”.
La exposición reúne la producción de esta institución desde finales del XIX hasta la actualidad, con diseños de los más importantes artistas contemporáneos y con una cuidada selección de obras, mostradas, muchas de ellas por primera vez al público, destacando la producción de finales del siglo XIX, como momento del resurgimiento del arte del tapiz, para terminar mostrando la producción llevada a cabo en el primer cuarto del siglo XXI, con algunas de las más recientes creaciones.
El director de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker, resaltó que la exposición es “única” en cuanto a que “nunca se ha hecho en ningún sitio de Europa”, al tiempo que subrayó la genuinidad de la institución al utilizar la técnica trapiel, que consiste, según explicó, en “difuminar en hilo lo que el pintor ha hecho con acuarela o rotulador”, así como en ser únicos en el “mezclado de los colores de la paleta en el hilo”.
Francisco de Goya
La exposición hace un recorrido también por artistas del más alto nivel que desarrollaron parte su actividad para esta institución, como un importante grupo de jóvenes pintores que imprimieron su personal huella a los diseños de cartones para tapices, dotándolos de nuevos modelos, como ocurre en el caso de Francisco de Goya.
Junto a ello, hay ejemplos de la obra de destacados artistas contemporáneos entre los que destaca la obra del húngaro József Domján, reconocido a nivel mundial. Las imágenes de sus obras están enraizadas en el arte popular de Hungría, representando animales reales y fantásticos, motivos florales o figurativos que nos ofrecen una visión mágica de la realidad. Domján fue galardonado en China con el reconocimiento de Maestro de la Xilografía en Color, título que se otorga cada 100 años como el honor más grande de arte en el país, debido al estudio de sus técnicas tradicionales.
Pese a ser una de las principales figuras del arte del siglo XX en su país, su obra es más conocida en América, donde se encuentra expuesta en museos como el de Arte Metropolitano de Nueva York, Boston, Chicago, San Francisco, y también en Europa en el museo Victoria & Albert y la Galería Tate Modern de Londres, en galerías de Hungría o en Japón. En el Archivo Histórico de Real Fábrica de Tapices se conservan numerosos bocetos originales, entre los que se encuentran los aquí expuestos como ‘Pavo real de fuego’, que representa un pájaro de fuego de colorido rojo brillante.
Junto a él destacan las obras de otros reconocidos artistas contemporáneos como Manuel Valdés, Alfonso Albacete, Keiko Mataki o Alberto Corazón, entre otros artistas que han querido desarrollar colaboraciones con la fábrica en las últimas décadas. Como también diseñadores de la talla de Agatha Ruiz de la Prada o Felipao, quienes han querido llevar algunos de sus más reconocidos diseños al textil, en forma de coloridas y vibrantes alfombras.
Además, se exponen diversos cartones para tapiz, que constituyen composiciones únicas que se elaboran exclusivamente para el proceso de creación del tapiz. Históricamente, los cartones para tapiz no fueron considerados como obras de arte, sino como meros elementos compositivos cuya función era la de materializar en hilos, las representaciones demandadas por el cliente.
En ellos, los cartonistas y dibujantes de Real Fábrica facilitaban a los maestros tejedores la lectura de las líneas de composición y los colores de la obra. La constante manipulación de estas piezas hizo que muchas de estas obras resultarán efímeras, debido también a su fragilidad. Pese a ello, en el Archivo Histórico de Real Fábrica de Tapices se preservan tanto originales como cientos de copias de aquellas magníficas composiciones creadas durante siglos para la manufactura de tapices
En la exposición también se muestran telares, ruecas y devanaderas que componen el instrumental tradicional sobre el que se apoya la creación de los principales elementos textiles decorativos que se exhiben en esta muestra. Perfectamente conservados después de siglos de uso, la privilegiada visión de conjunto de estos elementos en nuestros obradores transporta al visitante a épocas pasadas, en las que la cuidada producción artesanal inundaba todos los ámbitos de la creación.
