Colegios de Médicos y Cesm expresan su “desacuerdo” con la contratación de médicos sin especialidad, aunque «por encima de todo está la salud”

Villarig exige a Gobierno y oposición un pacto sanitario, sin "demagogias" y sin tirarse los "trastos a la cabeza", que respete los derechos del colectivo médico

El presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León y del sindicato médico Cesm, José Luis Díaz Villarig, expresó hoy “desacuerdo” con la contratación de médicos sin título, a raíz de la incorporación de facultativos sin la especialidad de Familia y Comunitaria, pero añadió que “por encima de todo» está la asistencia ciudadana y la salud. “No puede ser el café para todos”, dijo, al tiempo que pidió medidas a corto y largo plazo, a través de un pacto entre la Junta, la oposición y las organizaciones sociales, porque advirtió de que el modelo actual es “inviable”.

Villarig, que compareció hoy junto al secretario autonómico de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de Castilla y León, José María Soto, avanzó que este miércoles se reúne a las 13.30 horas con el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ante la “alarma” que señaló ha generado la contratación de médicos sin la especialidad de Familia, en torno a 235, para mantener la atención sanitaria en algunos puntos de la Comunidad, una opción que descartó llevar a los tribunales.

 

Miriam Chacón / ICAL . El Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León y el Sindicato Médico Cesmcyl convocan una rueda de prensa para explicar su posición sobre la contratación de médicos sin título de especialista.

 

“Las normativas son para cumplirlas», dijo pero añadió: “siempre que sea posible”. De esta forma cuestionó la regulación que impide trabajar en el sistema público y privado a los médicos sin especialidad, salvo en Familia, donde se permite que ejerzan en la sanidad privada y concertada. De hecho recordó que en la pandemia del COVID se habilitó esta posibilidad e incluso la de contar con estudiantes de Medicina, como la continuidad de profesionales jubilados, que perciben un 75 por ciento de la pensión.

Asimismo, el presidente del CESM y los colegios de Médicos de la Comunidad indicó que la “inmensísima mayoría” de las autonomías están recurriendo a la contratación de médicos sin la especialidad de Familia, incluso en un porcentaje mayor que en Castilla y León. De hecho, señaló que en algunas provincias españolas hasta el 50 por ciento son titulados sin esta formación, especialmente en Canarias y Andalucía.

Por ello, Villarig señaló que la situación generada por la escasez de médicos de Familia, con una tasa de reposición inferior al uno, no afecta sólo a Castilla y León, sino que a su juicio es un problema nacional, por lo que pidió al Gobierno que tome note e intervenga, puesto que a su juicio unos 30.000 médicos esperan la convalidación de sus estudios para ejercer en el país. También señaló que la Comunidad es de las “mejores” en cuanto a las relaciones laborales y económicas de los médicos, a lo que unión la elevada inversión de la autonomía en la Atención Primaria.

Sin embargo, aseguró que el sistema público ha llegado a un punto en el que es “inviable”, porque a la escasez de médicos en algunas especialidades, se unen los efectos que a su juicio suponen las reducciones de jornada o las exenciones de las guardias para los médicos mayores de 55 años. A su juicio, el modelo “se ha encorsetado” y se ha quedado “obsoleto”, porque en su opinión se necesita incorporar más profesionales y cambiar el sistema, pero sin ir contra la “vida” y el “trabajo” del colectivo médico, porque de lo contrario avanzó que se opondrán a cualquier política.

En ese sentido, Villarig instó a la Junta y la oposición a buscar un pacto por la sanidad sin poner “en juego” los derechos de los profesionales, con el objetivo de adoptar soluciones a corto y largo plazo. Aunque a nivel nacional admitió que no será posible, agregó que se puede alcanzar a nivel local, en la Comunidad. Para ello, pedirán reunirse con PP y Vox, por ser los partidos que sustentan el Gobierno autonómico, pero también con la oposición -PSOE, UPL-Soria YA y el Mixto (Unidas Podemos, Por Ávila y Francisco Igea)-, además de la Consejería de Sanidad.

Al respecto, insistió en que se tienen que poner “de acuerdo”, “sin demagogias” y sin “quererse tirar los trastos a la cabeza”, pero apostilló que no lo pueden hacer “solos”, porque defendió que tienen que contar con quienes conocen más la situación de los médicos, en referencia al Colegio y el sindicato CESM. A su juicio, el colectivo profesional al que representa está “encantado” y “deseando que tomen las medidas oportunas”.

 

 

Propuestas

En cuanto a las demandas y propuestas de los colegios de Médicos y el CESM, José Luis Villarig avanzó que es necesario poner en marcha un nuevo modelo, porque a su juicio en la Atención Primaria rural no se puede compaginar una sanidad de hace “100 años” con otra del siglo XXI. De hecho, defendió, como lo ha hecho en otras ocasiones, que debe ser el paciente el que visite al médico y no al revés, lo que colisiona con la red actual de 3.600 consultorios locales.

Además, indicó que si libra a los médicos de estar “danzando” con su coche por los “caminos” para ir de “pueblo en pueblo” se liberarán “montones de horas” para cubrir las necesidades actuales ya que ahora algunos profesionales tienen sólo 200 o 300 tarjetas sanitarias. Sin embargo, apuntó que su propuesta no supone un “rompo y rasgo y quito absolutamente todo”, sino en encontrar una solución temporal, junto a otras a largo plazo para dar respuestas a las necesidades del cambio modelo con un horizonte de diez años.

Finalmente, José Luis Díaz Villarig avanzó que ha propuesto al Consejo General de Colegios de Médicos de España la elaboración de un estudio con un grupo de trabajo “importante” para el análisis sobre las necesidades del sistema sanitario de España, “equivalente y mejorado” al de Abril Martorell, elaborado en 1991. Contará con una exministra y un consejero de Sanidad en activo, pero también participarán las organizaciones profesionales para poder armar un “libro blanco”.

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