El comisario europeo de Agricultura aboga por extender a la UE la norma de no producir a pérdidas para “facilitar su aplicación”

Janusz Wojciechowski asegura que “no existen riesgos para la seguridad alimentaria a corto y medio plazo” en el viejo continente y apuesta por destinar el 10% de los fondos PAC a las explotaciones mixtas (agricultura y ganadería)

El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, abogó hoy por extender a la Unión Europea (UE) la norma que existe en España de no producir a pérdidas ni pagar a los productores del sector primario por debajo de los costes de producción, con el objetivo de “facilitar su aplicación”. En este sentido, avanzó un próximo paquete para “fortalecer el papel de los agricultores en la cadena de suministro”, dado que actualmente se observa, dijo, que “hay problemas a la hora de aplicar esta normativa”. “Si la tuviéramos en toda Europa sería más fácil”, sentenció.

Wojciechowski participó hoy en el segundo panel de debate, bajo el epígrafe ‘Preparar la agricultura europea para los retos del mañana’, que se celebró hoy en las Cortes de Castilla y León en el marco de las Jornadas de Estudio 2024 ‘Defendiendo la soberanía alimentaria europea’ que organizan el Comité de las Regiones, el Grupo de los Conservadores y Reformistas (ERC Group) y el propio Parlamento autonómico.

Janusz Wojciechowski celebró que estas jornadas tengan lugar en un “momento oportuno y relevante” en el marco del “gran futuro de la PAC”. Agradeció a los agricultores españoles “su enorme labor para garantizar la salud alimentaria en un momento tan complicado de crisis” y recordó que Europa “ha experimentado una pandemia, con un impacto muy negativo para el sector, pero que demostrado la importancia de la seguridad alimentaria durante estos periodos tan complicados”.

También mencionó las consecuencias del ataque de Rusia a Ucrania, una “guerra a las puertas de la UE”, así como catástrofes naturales de inundaciones y sequías en España, Italia o Grecia, entre otros, que han causado “pérdidas para el sector, pero siempre han mantenido la seguridad alimentaria”.

El comisario destacó que la UE es la mayor exportadora de todo el mundo y que en 2023 los agricultores y ganaderos del viejo continente “consiguieron un nivel récord en el comercio internacional de alimentos”. De hecho, expuso que las exportaciones de la UE alcanzaron los 228.600 millones de euros y las importaciones, los 158.600 millones en 2023, lo que arroja un superávit total de 70.100 millones (un 22 por ciento más que el año anterior.

“Entre los que hacen la mayor aportación están los españoles”, indicó Wojciechowski, quien justificó que este hecho “no es por la cantidad o por ser productos más baratos, sino por la calidad”, y enumeró, por ejemplo, el “vino español, el italiano, los quesos, las carnes y todos los productos con denominación de origen”. “Lamentablemente, el problema es donde vender la comida. Hemos conseguido este logro, pero esto no significa que no tengamos problemas, existen muchos retos de cara al futuro”, dijo.

Durante su intervención, el comisario subrayó que la semana pasada se aprobó en la Comisión Europea una “simplificación” burocrática por el que desde el 1 de enero de 2024, con carácter retroactivo, la diversificación del cultivo será un “sistema voluntario y no obligatorio”. “Existe una normativa muy restrictiva sobre suelos. Es muy importante este cambio para agricultores con menos de diez hectáreas, para que no sean sancionados por estas condiciones. Es una buena noticia y un paso muy claro, pero no el último”, apuntó.

 

Seguridad alimentaria

Por otro lado, aseguró tajantemente que “no existen riesgos para la seguridad alimentaria a corto y medio plazo” porque “hay un superávit de producción en la UE en cereales, lácteos, cárnicos, fruta y verdura”, si bien admitió que “tal vez haya menos cultivos de proteína, pero sin riesgo de seguridad alimentaria”.

Sin embargo, puso sobre la mesa un “fenómeno negativo” relacionado con el censo agrícola y ganadero y lamentó que entre 2010 y 2020 Europa ha perdido tres millones de explotaciones agrícolas, al pasar de 12 a nueve millones, un 25 por ciento menos, con 800 explotaciones diarias que han desaparecido. “Deberíamos detener esta tendencia. Quizás hemos sido ciertamente lentos y es importante proteger las explotaciones”, comentó el comisario, quien sostuvo que existe una “carencia” en la UE porque la edad media del sector es de 57 años, por lo que apostó por el relevo generacional. Esta situación se da también el ganadería, ya que en este periodo ha desaparecido un siete por ciento de las cabezas de ganado.

 

Cuatro principios

El comisario enumeró los cuatro principios que deben priorizar en el futuro de la PAC: seguridad alimentaria, estabilidad, sostenibilidad y solidaridad. Sobre el primero de ellos, criticó que “no siempre se ha tenido en cuenta” y “algunos críticos arguyen que el impacto de esta seguridad alimentaria debe fundamentarse en el futuro con un análisis sólido de su impacto”.

En segundo lugar, sobre la estabilidad económica, se refirió a los ingresos de los agricultores, que “tiene que ver con la financiación de la PAC”. Al respecto, abogó por incrementar el presupuesto para agricultura en la UE. “Es importante tener en cuenta más presupuesto y un fondo preparado para la intervención en tiempos de crisis, como las consecuencias de la guerra en Ucrania o las inundaciones y sequía. Ahora no existen reservas o son muy reducidas, solo de tres euros por hectáreas en la UE”, reprochó.

En materia de sostenibilidad, dijo que es “necesario proteger las explotaciones de pequeño y medio tamaño para evitar una gran concentración de tierras que favorezcan la despoblación, y es algo que está sucediendo en Castilla y León”. Esto significa, añadió, “ayudar a las explotaciones mixtas”, una medida que anunció hoy en Valladolid “por primera vez”. Esto supondrá que además del pago del 10 por ciento del presupuesto a las pequeñas explotaciones, es “necesario destinar otro 10 por ciento a las mixtas, aquellas que tienen cultivos y ganado, donde se produce el alimento que luego consumen sus animales”.

Por último, se refirió a la solidaridad, dado que “es muy importante organizarse bien, con una base financiera estable”, y puso como ejemplo a las cooperativas de España e Italia, que “buscan ventas directas para que las cadenas sean más cortas”. En este apartado, expuso, las políticas de “ámbito regional son muy importantes”.

 

El ejemplo italiano

Minutos antes que el comisario intervino también, vía telemática, el ministro de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Silvicultura de Italia, Francesco Lollobrigida, quien ensalzó que su Ejecutivo “trabaja por poner en el foco la agricultura, ganadería y la pesca, como centro de la identidad cultural”, algo que ya constata, argumentó, el propio nombre del Ministerio, que “es una indicación de la importancia de la soberanía alimentaria y la libertad de los pueblos sobre su decisión y capacidad de qué comer”. “Puede parecer algo banal dar a las personas la libertad de elegir, pero en Europa se desarrolla un modelo que tiende a imponer un modelo de desarrollo que limita la posibilidad de elegir a los ciudadanos”, comentó.

También presumió de haber “simplificado las reglas, eliminando gran parte de la burocracia relativa a la gestión de las empresas agrícolas”, y cargó contra un modelo de desarrollo de agricultura “cada vez menos eficaz en Europa”, frente a la “defensa del nuevo modelo de relación del hombre, tierra y mar, que produce alimentos de calidad, seguridad alimentaria, algo que debe tenerse en cuenta de cara al crecimiento demográfico”.

En este sentido, Francesco Lollobrigida apeló a “ver el continente africano como un espacio que puede desarrollar su propia energía y ofrecer autosuficiencia a sus habitantes, y que con sus empresas ayude a mantener la cadena de suministro”. Aún así, apostó por “hacerlo desde una lógica no depredadora, sino de colaboración”.

Apuntó que en la UE el agricultor, el ganadero y el pescador son “los primeros ambientalista, dando desde la tierra y el mar la riqueza para los ciudadanos europeos”. Por ello, consideró que es necesario hacer énfasis en el papel del agricultor y apoyarlo con “normas lógicas y tener en cuenta la sostenibilidad medioambiental, sin renunciar a la económica y de beneficio, permitiendo a estas personas continuar con su actividad”.

Sobre la presencia del lobo, el ministro defendió la defensa de animales en peligro de extinción, “pero evitando un exceso de animales salvajes que pongan en peligro el sistema”, así como otros que “sean responsables de la peste porcina africana y el impacto sobre el ovino, y siempre en condiciones que aseguran el bienestar”. “Hasta ahora, en muchas de estas peticiones a Europa, el Gobierno de Meloni hemos tenido éxito”, se felicitó.

Además, se refirió a la etiqueta Nutriscore, que tachó de “peligrosa y condicionante” por decir que el aceite de oliva o el queso parmesano “son peligrosos para la salud y los pone en color naranja”. “Nosotros eso nunca lo aplicaremos en nuestros productos. Hemos solicitado la reevaluación de la PAC y el uso de pesticidas para hacer frente a plagas y efectos del cambio climático”, rechazó Lollobrigida, quien confió en un “cambio” el 9 de junio en las Elecciones Europeas “para poner en el centro a las personas, en parte gracias a nuestra acción”.

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