El escultor Agustín Casillas dará nombre a la plaza central del parque de la Alamedilla de Salamanca

El Ayuntamiento salda una “deuda pendiente” con el artista salmantino, que cuenta con 13 obras a lo largo de la ciudad, cuando se cumplen 50 años de la colocación de la escultura del Lazarillo de Tormes en el entorno del Puente Romano

El escultor salmantino Agustín Casillas dará nombre a la plaza central del céntrico parque de La Alamedilla, en Salamanca, según anunció este lunes el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo. El regidor homenajeó hoy al artista charro junto al resto de la Corporación Municipal y parte de su familia, incluidos sus hijos, Antonio y Lidia Casillas, cuando se cumplen 50 años de la colocación de la escultura del Lazarillo del Tormes en el entorno del Puente Romano.

Los vástagos del escultor y el propio alcalde dejaron un cesto de flores en la peana de la escultura y colocaron una placa explicativa en la obra, medida que se extenderá a las otras 13 que Casillas tiene repartidas por la ciudad, De este modo, y junto al bautizo de la plaza central de La Alamedilla, el Ayuntamiento salada una “deuda histórica” con el artista, según reflexionó García Carbayo.

 

David Arranz / ICAL . Homenaje a la escultura del Lazarillo de Tormes de Agustín Casillas con motivo de su 50 aniversario, con la participación de la Corporación Municipal de Salamanca.

 

“Casi 500 después de la publicación del ‘Lazarillo de Tormes’, esta figura es un reclamo de primer orden presente en la ciudad de Salamanca. Solo hay que pasear por aquí y ver cómo los visitantes inmortalizan una y otra vez este lugar, donde la obra sitúa el paisaje en el que el avispado chaval engañó al invidente”, reflexionó García Carbayo.

La obra fue colocada el 15 de septiembre de 1974, hace exactamente 50 años y un día, pero no en el emplazamiento actual, sino justo en la entrada del Puente Romano, junto al toro vetón. Fue en el año 1993 cuando las autoridades desplazaron el monumento al lugar exacto en el que obra cumbre de la literatura de picaresca describe el momento narrado, es decir, junto a la iglesia de Santiago y con ambas figuras mirando hacia el hoy barrio Tejares, entonces pueblo, donde, se dice, nació el Lazarillo.

“Nadie mejor que Agustín Casillas para inmortalizar en bronce a los protagonistas de una novela de la que, a día de hoy, aún se desconoce su autor, pero que capta perfectamente su fuerza y simbolismo”, afirmó García Carbayo, en medio de un “merecido homenaje” al artista que la gestó y la modeló para convertir la obra en “un elemento imprescindible de la ciudad”. “En el caso de esta escultura, estamos ante una imagen icónica de Salamanca, mil veces retratada, perenne recuerdo de la unión inquebrantable entre el Tormes y su Lazarillo”. añadió.

Una obra “inmortal” que contará con una placa informativa “para que se sepa quién es su autor y qué representa”. Iniciativa que se extenderá a las otras 13 esculturas que tiene en la ciudad, ya que es el que más tiene actualmente. “Su trabajo y su creatividad embellecen rincones como el parque de la Alamedilla, por donde tanto paseaba. Su trabajo pervivirá siempre en nuestra calles y plazas y en las exposiciones que se seguirán realizando”, finalizó el regidor.

Por su parte, el hijo de Agustín Casillas, Antonio, tomó la palabra para agradecer el gesto a la ciudad y recordó el momento en el que, hace 50 años, Salamanca “fue una fiesta” por la colocación de esta escultura, fraguada en abril e instalada en septiembre, en plenas ferias, “con folclore, vino y con vecinos de ambas orillas” que, según rememoró, “se comprometieron a cuidarla”.

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