El rey preside la entrega de Reales Despachos de sargentos a los 339 integrantes de la XXXII promoción de la Academia Básica del Aire

El coronel director Ignacio de Dompablo les invita a "que hagan de su trabajo un reto y una pasión"

Felipe VI presidió hoy la entrega de Reales Despachos a los nuevos sargentos que forman parte de la XXXII promoción de la Academia Básica del Aire y del Espacio, en un acto que se desarrolló en el aeródromo militar de La Virgen del Camino (León), con presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco; el delegado del Gobierno en la Comunidad, Nicanor Sen; el general jefe del Ejército del Aire, Javier Salto y numerosos representantes institucionales.

Tras su llegada al aeródromo, el monarca se dirigió a la plaza de armas, donde pasó revista al escuadrón de alumnos e hizo entrega del correspondiente despacho al número uno de la promoción, Eloy de la Varga Iglesias, quien también recibió la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco.

 

Peio García / ICAL. El rey preside la entrega de reales despachos acompañado por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, el Delegado del Gobierno, Nicanor Sen y otras autoridades

 

El coronel director de la Academia, Ignacio de Dompablo Ferrándiz, se dirigió a los nuevos sargentos en su última lección en el centro y tuvo, en primer lugar, un emotivo recuerdo para uno de los militares de la promoción, Pablo Jiménez Murillo, fallecido en acto de servicio. En su alocución pidió a los hasta ahora alumnos “que no hagan de su trabajo una ocupación, hagan un reto y una pasión. No aspiren solo a ganarse la vida, aspiren a crear la diferencia. Tenemos que intentar ser todo lo que podemos ser, no solo una fracción de ello”.

 

 

“Recuerden que cada uno de ustedes es fundamental para que nuestra Fuerza Aeroespacial pueda cumplir sus misiones, pero no podrán realizar sus tareas y cometidos solos, necesitarán ser parte de un equipo, porque el esfuerzo colectivo de todos multiplica el de cada aviador individualmente”, dijo.

Los actos del programa oficial se completan con el homenaje a los militares que dieron su vida por España, carga de fusilería, exhibición aérea y desfile. Posteriormente, se sirve un vino español en el hangar de la Academia al que asisten autoridades, nuevos sargentos y sus familias.

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