El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, aseguró hoy en Valladolid que el déficit “creciente” de 700.000 viviendas que existe en España para equilibrar la oferta y la demanda supone “un cuello de botella al crecimiento económico”, y aseguró que la situación “requiere un consenso nacional” y el “trabajo entre administraciones”. En un desayuno informativo organizado por ‘El Norte de Castilla’ el exministro destacó que el la consolidación fiscal “debe ser una prioridad a medio plazo” para un país que se encuentra en quinta posición en Europa en cuanto al mayor nivel de deuda pública.
Inquirido sobre la ausencia de Presupuestos Generales del Estado, Escrivá recordó que “queda año y medio” de vigencia del “paraguas” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que a su juicio ha supuesto “un cambio muy importante a nivel europeo y nacional”, a falta de comprobar sus resultados “cuando pase el tiempo”. En ese sentido, apuntó que a partir de 2027 “dependeremos mucho más de nosotros mismos”, por lo cual reclamó “aprovechar el tiempo que queda para diseñar un horizonte que vaya más allá de 2026”.
Al respecto, explicó que España se ha comprometido a establecer un plan presupuestario a medio plazo, con la vista puesta en el horizonte 2030, algo que en su opinión “tiene que tener un grado de concreción en medidas hacia delante”. “Tenemos un reto a partir de 2027”, afirmó en declaraciones recogidas por Ical, en las que subrayó el relevante papel que deben jugar en ese escenario la apuesta por la digitalización, la energía y la inversión en defensa. “En la medida en que esto no se visualice, tenemos un a situación de indefinición que genera un problema de credibilidad como país desde el punto de vista fiscal y puede hacer que las políticas tengan menos tracción”, aventuró.