La Alberca y El Burgo de Osma fueron los pueblos más votados en la primera fase de ‘Juntos brillamos más’ de Ferrero Rocher, por lo que ambos municipios aspiran a ganar el alumbrado navideño de la firma chocolatera y siguen en la competición gracias al apoyo recibido durante los primeros días de la campaña, con miles de votaciones.
Benasque y Celanova completan el listado de cuatro pueblos que han recibido más votos y que, en consecuencia, avanzan a la segunda fase de la competición, que se extenderá hasta el 28 de noviembre. Posteriormente, se anunciarán los dos municipios finalistas, que seguirán impulsando sus candidaturas hasta el día 10 de diciembre, fecha final en la que se cierran las votaciones para esta edición.
El día 11 de diciembre, Ferrero Rocher anunciará el pueblo ganador, que en los siguientes días podrá disfrutar de una inolvidable ceremonia de alumbrado con Jesús Vázquez en la que se desvela la ansiada iluminación navideña de la marca.
Según Ferrero Rocher, todos los pueblos participantes en la iniciativa “han demostrado un compromiso absoluto para convertirse en vencedores”, a través de la movilización de sus comunidades para conseguir el mayor número de votos y, así, obtener la “icónica iluminación navideña” de la marcar.
“Esta edición de ‘Juntos brillamos más’ es muy especial porque estamos celebrando el décimo aniversario de esta acción, pero también porque ha habido un récord en el número de votaciones”, comentó Franco Martino, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ferrero Ibérica. “Nos enorgullece ver cómo esta iniciativa tiene un impacto tan positivo en los vecinos y vecinas de todos los pueblos, fortaleciendo el sentido de pertenencia y creando un fuerte sentimiento de comunidad”, añadió.
Según Ferrero Rocher, La Alberca es “uno de los pueblos más pintorescos de España”, enclavado en el corazón de la Sierra de Francia, destaca por su “elegancia”. Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1940 se distingue por su entramado urbano conservando la arquitectura típica de la Sierra de Francia, además de sus tradiciones centenarias. “Cada rincón, portón, bocacalle, gatera, reja y balcón florido merece ser una postal ya que parece que el tiempo no hubiese causado ningún tipo de estrago conservando su esencia casi intacta”, según la firma.