La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado una querella contra las empresas alemanas Alamedics GmbH & Co.KG y BSI Group Deutschland y la empresa W.M. Bloss S.A, con sede en Barcelona, por la fabricación y distribución del medicamento Ala Octa (Perfluoroctano), que podría haber provocado ceguera a más de 120 pacientes en España, cinco de ellos tratados en el Hospital Río Hortega de Valladolid.
El Ministerio Público entiende que los hechos pueden constituir delitos contra la salud pública y de lesiones graves. Ala Octa, se fabrica a base de perfluoroctano (C8F18) que se utilizaba como coadyuvante intraoperatorio en cirugías oftálmicas, en casos de desprendimiento de retina, entre otros.
Según la querella, este producto produjo “efectos adversos para la salud como amaurosis (situación de no percepción de luz en el ojo operado), atrofia del nervio óptico (atrofia óptica), necrosis retiniana y fenómenos de oclusión vascular retiniana con posible envainamiento de la pared de los vasos sanguíneos de la retina, tanto arteriales como venosos”.
La investigación detectó deficiencias en la fabricación y insuficientes controles de seguridad de la materia prima y de los lotes puestos a la venta. En total, Ala Octa se usó en 28 centros sanitarios españoles y ocasionó 25 casos documentados.
La querella se presenta después de un proceso de investigación preprocesal a raíz de la denuncia de El Defensor del Paciente. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ordenó retirar del mercado el producto, cuyos ensayos confirmaron su carácter tóxico. El producto se comercializó en España a través de un distribuidor con sede en Barcelona: WM Bloss. Ala Octa contaba con el sello de idoneidad de la Unión Europea. Los afectados podrán ser evaluados mediante examen forense para determinar el alcance de las lesiones.