La segunda onda de gripe pierde fuerza en Castilla y León, pese a que encadena ya seis semanas consecutivas por encima del umbra epidémico. No obstante, la incidencia ha caído en picado en la última semana, al pasar de los 148 casos por cada 100.000 habitantes a los 86 actuales.
Así lo pone el último informe de vigilancia de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, recogido y correspondiente décimo primera semana del año, del 13 al 19 de marzo.
La onda, ocasionada por la cocirculación de virus del tipo AH1 y B, tiende a estabilizarse con descensos en todos los grupos de edad, salvo en los jóvenes de 15 a 24 años, que superan la incidencia de los 200 casos, cuando hace una semana se encontraban en unos 150.
Entre los menores de cinco a 14 años, donde el virus estaba haciendo mella, la incidencia se ha desplomado, al pasar de los 500 a los 20 casos; al igual que entre la población de cero a cuatros años que está en los 250, frente a los 350 de la semana anterior. En el de 25 a 44, el dato ha caído a 100, y se experimenta una ligera subida entre los de 65 a 75, pero en datos muy bajos, que no llegan a 50.
El resto de virus respiratorios están circulando con poca intensidad, con una incendia global de 902 casos para el conjunto de las infecciones respiratorias agudas (IRA), inferior a los 1.096 de la semana anterior.
En concreto, la tasa de enfermedad por Covid-19 o neumonía Covid-19 está en 53 casos, un poco por encima a que anotó en la novena semana, con 43, pero por debajo de los 86 casos de la última de febrero.
El 48 por ciento de las muestras centinelas recogidas la semana pasada fueron positivas a gripe. Del total de los testeos, un nueve por ciento fue positivo a COVID-19.
Por el contrario, se observó que se redujo la circulación del resto de virus respiratorios y no hubo muestras positivas al virus respiratorio sincicial, dentro de las muestras centinelas.