Los incendios de julio y agosto afectaron a 24 áreas importantes para la conservación de las aves y la biodiversidad (IBA) en Castilla y León con 88.880 hectáreas quemadas dentro de la zona, sólo superada por Extremadura, con 28 IBA, aunque con prácticamente la mitad de extensión afectada (44.516 hectáreas), según los datos del Informe ‘Incendios y Biodiversidad 2025’ elaborado por SEO/BirdLife y recogido por Ical.
Según el estudio, más de 367.000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego entre el 1 de julio y 1 de septiembre y afectaron a doce comunidades autónomas. El análisis muestra que el 43 por ciento de la superficie quemada se encontraba dentro de espacios clave para la biodiversidad, como las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) y la Red Natura 2000.
Concretamente se vieron afectadas 84 IBA terrestres en el conjunto de España, que suman 156.892 hectáreas quemadas, especialmente en Castilla y León y Extremadura. Mientras que 139 espacios de la Red Natura 2000 han sufrido los incendios, con 156.746 hectáreas quemadas.
La Sierra de la Cabrera (Castilla y León y Galicia) fue la IBA que mayor superficie quemada registró, con 24.389 hectáreas; seguida de cerca por Montes Aquilanos (Castilla y León y Galicia), con 22.523 hectáreas; y Riaño (Castilla y León y Cantabria), con 17.792 hectáreas.
Red Natura 2000 y especies
En España, la Red Natura 2000 está compuesta por 1.475 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y 658 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). De esa forma, los incendios acontecidos entre los meses de julio y septiembre afectaron a un total de 36 espacios protegidos de la Red Natura 2000 de Castilla y León.
En relación a la especies que han sufrido un impacto mayor en su hábitat, el informe apunta al buitre negro, la población cantábrica de urogallo común, la perdiz pardilla y el ruiseñor pechiazul.
Así, la población cantábrica de urogallo común, declarada en situación crítica por su elevado grado de amenaza y con tan solo 209 ejemplares, ha sufrido incendios en buena parte de su área de distribución. Las cuadrículas ocupadas por el urogallo cantábrico en el IV Atlas han ardido en un 13,15 por ciento en la provincia de León. Los cuatro incendios que han afectado al área de distribución del urogallo han sido los de Degaña, en Asturias y Orallo, Anllares y Fasgar en León, incluidos en las ZEPA Degaña (Asturias) y Alto Sil y Omañas (León), todas ellas de gran importancia para el urogallo.
La perdiz pardilla es la especie para la que se ha incendiado una mayor proporción de cuadrículas, con el 13,35 por ciento de su área de distribución en toda España afectado. Este hecho se agrava porque, dentro de su distribución más occidental (Asturias, León y Zamora) es donde más territorio se ha quemado.
El impacto para el ruiseñor pechiazul cuya área de distribución se ha visto afectada en un 5,61 por ciento puede ser mayor, dado que los piornales de montaña, que son el hábitat preferido para la preproducción de estas especies, han sido particularmente dañados por el fuego.
El pechiazul depende de matorrales de montaña con pastos intercalados, pero no de extensas áreas homogéneas. Entre las provincias con incendios más extensos, se localiza Zamora con la afectación del 6,85 por ciento de las celdas ocupadas por la especie; en Palencia, la proporción aumenta al 9,42 por ciento; y en León se amplía hasta el 14,85 por ciento.