Vecinos de La Magdalena (León) se concentran para pedir la expulsión del cura por “cretino, antipático y desagradable”

La alcaldesa de Soto y Amío solicita una reunión con el obispo para explicarle cómo José Riesgo impidió a los familiares de un joven de 24 años hablar en su funeral

Varios vecinos de La Magdalena, perteneciente al término municipal de Soto y Amío, se concentraron hoy ante la iglesia de la localidad leonesa para pedir la expulsión de su párroco, José Riesco, al que la alcaldesa calificó de “el peor sacerdote y la persona menos empática”, así como “antipático, desagradable y un cretino” que hace que “la gente se aleje de la iglesia”.

Esta concentración se convoca una semana después del funeral de un joven de 24 años, Ángel, fallecido en un accidente de tráfico. Tras la celebración eclesiástica, cuando el párroco ya había dado la bendición, un familiar del joven habló con Riesco para comentarle que la madre y la novia del fallecido querían decir unas palabras, a lo que el sacerdote se negó.

 

Peio García / ICAL. La alcaldesa de Soto y Amío, Ana Arias

 

Según explicó la alcaldesa, la novia de Ángel, sin subirse al púlpito y sin micrófono, “dijo lo que le quería decir a su novio, al que no iba a volver a ver” y se produjo un aplauso. En ese momento, “el párroco cortó todo y dijo que no dejaba hablar más a nadie, ni a su madre ni a su padre”.

Ana Arias intentó mediar con el párroco al que trató de cuestionarle “por qué montaba todo ese lío” en una situación de “mucha rabia y dolor por la partida de Ángel”, además de alegar que “en todos los entierros, otros sacerdotes piden a las familias que suban y agradezcan a los presentes”. “No quiero entierros protestantes”, fue la respuesta de José Riesgo, quien insistió en que “la homilía era de él”, de forma que allí se hacía “lo que él decía”. Sin embargo, la situación no terminó ahí, ya que según el relato de la regidora, un tío del fallecido se acercó al párroco para decirle que tenía que acompañar al féretro, pero él consideró que “no tenía que salir a nada”.

 

 

Ana Arias aseguró además que “no es la primera vez” que el párroco protagoniza una situación similar, aunque la diferencia fue que en esta ocasión, los presentes “estaban todos más calientes” porque “no es lo mismo estar en el entierro de una persona de 80 años, que no remueve por dentro igual que una persona tan joven que tenía toda la vida por delante”.

Tras producirse esta situación, el pasado 7 de diciembre se inició una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir la expulsión del párroco de La Magdalena, José Riesco, que hasta ahora ya lleva recabadas 2.745. Además, la alcaldesa de Soto y Amío ha solicitado una reunión con el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, para exponerle la situación real frente a “las mentiras del párroco”.

 

Peio García / ICAL. Vecinos de La Magdalena se concentran ante la iglesia en protesta por la actitud del cura párroco; en la imagen, los padres del joven fallecido

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