Zamora acoge por segundo año consecutivo la Escuela de Fútbol Inclusivo Regional de la Fundación Eusebio Sacristán y la Fundación de Castilla y León, una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Fundación Caja Rural de Zamora, que beca en su totalidad la participación y los equipamientos de los jugadores, sin límite de plazas, en virtud del convenio firmado en 2022 con la Fundación Eusebio Sacristán para el apoyo de las actividades deportivas y sociales de la entidad.
Además, la Escuela cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zamora, que aporta las becas para la inscripción de seis niños del colegio Virgen del Castillo, la cesión del campo de entrenamiento y la colaboración de la red municipal de servicios sociales necesaria para garantizar la participación de la infancia más vulnerable, y de la UD San Lorenzo, que se encarga de los entrenadores y monitores que trabajan junto al equipo de la Fundación.
“Empezamos en octubre, como en casi todas las 15 sedes en Castilla y León, con los niños. Esperemos que se vayan sumando. El fútbol es una herramienta porque la excusa es la inclusión, donde está puesto el objetivo. Tenemos más de mil niños en Castilla y León pero no sabemos a cuántos no llegan. Que sepan que aquí tienen un espacio donde encontrar el sentido de pertenencia a un equipo”, señaló el director técnico de la Escuela, Juan Carlos Rodríguez.
“La inclusión es posible a través del deporte y naturaliza mucho para el encuentro en sociedad. El deporte siempre ha sido ejemplo”, añadió.
Juan Carlos Rodríguez hizo estas declaraciones en el Anexo del Estadio Ruta de la Plata, en la capital zamorana, durante la presentación de la Escuela de Fútbol Inclusivo Regional. El acto contó con la participación de la técnica en Comunicación de Caja Rural de Zamora, Laura Huertos; la concejala de Servicios Sociales, María Inmaculada Lucas, y Juan Carlos Borrego, en representación de la UD San Lorenzo, quienes asistieron al entrenamiento, junto con el director técnico de la Escuela, el exfutbolista profesional Juan Carlos Rodríguez, y los monitores, exfutbolistas del Zamora CF, Rogelio Lorenzo, Víctor Oterino y Edu Vázquez.
Entre los 40 participantes hay menores con alguna discapacidad intelectual, hiperactividad, retraso madurativo, de diversas procedencias y entornos menos favorecidos, que juegan en condiciones de normalidad con sus compañeros. “Es una escuela en la que lo importante no es el resultado, sino el proceso del juego en sí y la práctica deportiva en equipo, trabajando competencias deportivas específicas del fútbol como el disparo, el pase, el control y la conducción y siempre con la transmisión de valores positivos”, según apuntó el director.
“Para nosotros, el deporte es una herramienta de transformación personal y social. Y creemos que todo el mundo tiene que poder acceder a él, de alguna forma, también quienes tienen capacidades diferentes o viven en un entorno social más vulnerable. Lo importante es que los pequeños vienen a disfrutar y se consigue”, subrayó.
La concejala de Servicios Sociales, Inmaculada Lucas, destacó que el Ayuntamiento de Zamora “mantiene su compromiso” con la Fundación Eusebio Sacristán para que la Escuela de Deporte Inclusivo pueda seguir desarrollando su labor en la ciudad. “Seguimos trabajando en la plena inclusión de menores, en este caso, utilizando el deporte como una herramienta que mejore la capacidad de aprender a relacionarse con los demás, de desarrollar habilidades socio-emocionales entre iguales, fomentando la convivencia y adquiriendo destrezas”, señaló.
Por su parte, Laura Huertos, de Caja Rural de Zamora, incidió en el apoyo de la cooperativa de crédito a la Fundación Eusebio Sacristán, “tanto en este como en otros proyectos que fomentan la práctica del deporte en equipo sin barreras” y apostilló: “Conocemos la importancia de visibilizar y apoyar proyectos que fomentan la inclusión”.