Planas apuesta por una “solución negociada” que evite una “guerra arancelaria” con Estados Unidos en el sector del vino y pone el foco en Mercosur

El ministro de Agricultura señala que la situación comercial “no es normal”, con un tributo de el 10% en el país norteamericano a todos los países en el vino

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, apostó hoy por una “solución negociada” que evite una “guerra arancelaria” con Estados Unidos en el sector del vino, con tributos que se encuentran al 10 por ciento para todos los países que deseen exportar al país norteamericano, y puso el foco en el acuerdo Mercosur, donde sin embargo, reconoció, la política arancelaria oscila entre el 18 y el 35 por ciento. En todo caso, incidió en que el esta documento suscrito por la UE con Mercosur eliminará de forma progresiva los aranceles para el vino embotellado hasta desaparecer en un plazo de ocho, una situación “beneficiosa” para los productores vitivinícolas españoles que podrán acceder sin límites a un mercado de 268 millones de habitantes.

Planas acudió hoy a la inauguración de la bodega de Protos en la Denominación de Origen Cigales, a cuyo acto acudió también, entre otros, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, el presidente de la Diputación, Conrado Íscar, y el delegado del Gobierno, Nicanor Sen. Durante el acto se puso en valor la apuesta de la bodega por los claretes y rosados de calidad, por parte de una marca que en 2027 cumplirá 100 años tras su función por 11 socios en 1927.

El ministro señaló, en declaraciones recogidas por Ical, que la situación comercial internacional “no es normal”, a causa de la política arancelaria impulsada por la Administración Trump; e hizo hincapié en tres restos del sector, como son la variación de los consumidores, sobre el que consideró que “deben acomodarse las bodegas, como es el caso de Protos”; el cambio climático; y la flexibilización de reglamentos, hasta 2045, por parte de la Comisión Europea, que ha presentado un nuevo paquete de medidas, dijo, que busca asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector vitivinícola europeo en las próximas décadas, basadas precisamente en reformas que responden a una serie de desafíos crecientes como el cambio climático, la caída del consumo de vino, las nuevas tendencias del mercado y la presión de la competencia internacional.

Planas recordó que ya realizó una visita a la sede de Protos, en Peñafiel, en 2018, en el que constató, dijo, la “apuesta por la calidad y por la innovación, acomodado a los nuevos gustos del consumidor”. Igualmente, destacó que la bodega exporta el 80 por ciento de su producción a más de un centenar de países y apuntó que se ha beneficiado de la campaña ‘Alimentos de España’, que ahora lanza una nueva fase con ocho millones de euros de inversión.

El ministro puso de relieve la solidez del sector vitivinícola nacional y expuso que España cuenta con 914.000 hectáreas de viñedo, el 28 por ciento de la Unión Europea y el 13 por ciento del mundo. “Somos el mayor viñedo del mundo”, defendió el ministro, quien añadió que el país tiene 107 denominaciones de origen y 43 indicaciones geográficas protegidas (IGP). Además, defendió que puede presumir de dos características “singulares” e “imbatibles”, como son “la calidad y variedad de los vinos españoles”, la innovación y la seguridad alimentaria.

“Se trata de producir y producir con calidad”, señaló Luis Planas en referencia a las 150 indicaciones geográficas de vinos, “gracias a las cuales la posición de país está bien asentada porque España es el segundo exportador en volumen y tercero en valor”. En 2024, el país ha exportado 19,4 millones de hectólitros con un valor de 3.000 millones de euros. De cara al futuro, el ministro es optimista porque el sector es “fuerte, sostenible y ambicioso con altos niveles de calidad y máximo rigor en la elaboración que hace que nuestros vinos sean apreciados y bien remunerados en los mercados internacionales”.

En cuanto al sector agroalimentario en general sostuvo que se exportaron el pasado año productos por valor superior a 75.000 millones de euros, con 20.000 de saldo a favor con las importaciones.

 

Retos a futuro

En cuanto a los retos a futuro, el ministro se centró en tres de ellos. Por un lado, apostó por “acomodarse” a las nuevas tendencias del mercado, con vinos “más clásicos”, de los que admitió ser un seguidor, y otros más innovadores, incluso, dijo, el vino sin alcohol. En segundo lugar se refirió al cambio climático, con “menos lluvia” y “épocas secas más prolongadas”, y ensalzó el papel de Protos como “ejemplo” de un buen uso del agua y la agricultura de precisión, gracias a fondos llegados del Ministerio que dirige, explicó, y en el marco de las ayudas incardinadas en las campañas ‘Alimentos de España’ y ‘Spain Food Nation’.

En este punto, mencionó el “compromiso” del Gobierno de España con el sector a través, por ejemplo, de la actual Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV), con un presupuesto comunitario de más de 200 millones de euros para España. Castilla y León es una de las comunidades autónomas “con mayor porcentaje de ejecución de esta herramienta con un 11 por ciento del presupuesto total”. Dentro de su territorio, destacan empresas como Protos que ha destinado 500.000 euros cada año desde 2021 a la promoción en terceros países. La mitad de este presupuesto proviene de fondos comunitarios gestionados por España. Planas ha recordado que “estamos trabajando en Bruselas para simplificar la tramitación administrativa de la ISV, una reivindicación del sector que comparto enteramente”.

Y en tercer y último punto, se refirió a la flexibilización por parte de la CE de medidas para asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector vitivinícola europeo en las próximas décadas, y que incluyen medidas para controlar la producción, fomentar la innovación y la sostenibilidad e impulsar el enoturismo, dado que el sector vitivinícola europeo representa el 60 por ciento del vino mundial y es “esencial para la economía rural europea”.

Estas propuestas, que nacen de las recomendaciones de un Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola creado por la CE, buscan modernizar el marco político que regula el vino en la UE, “introduciendo más flexibilidad, incentivos a la innovación y herramientas para enfrentar mejor los riesgos climáticos y económicos”. Esto se debe, añadió, a que el consumo de vino ha caído a sus niveles más bajos en 30 años y las preferencias están cambiando hacia bebidas más ligeras y de consumo más rápido, a lo se suman los efectos del cambio climático y las tensiones geopolíticas.

Por último, parafraseó a Séneca para destacar que “el viento sopla a favor de aquel que sabe a dónde va; y España lo sabe, y Protos también”, con un “buen vino para Castilla y León y España”.

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