La Junta inicia la instalación de la tercera red de calor de Valladolid, que dará servicio a más de 10.200 viviendas y 67 edificios públicos de la zona oeste

Con una inversión prevista de 30 millones, más IVA, la meta es que esté disponible el próximo invierno para dotar de calefacción y agua caliente y permitirá a los usuarios ahorros de el 30 y el 50% de su factura

La Junta inició hoy la instalación del primer conducto de la Red de Calor Sostenible ‘Valladolid Oeste’, que cuenta con una inversión prevista de 30 millones de euros, más IVA, para dar servicio el próximo invierno de calefacción y agua caliente a más de 10.200 viviendas y 67 edificios del sector terciario, que ahorrarán hasta la mitad de la factura energética.

Así lo anunció el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que estuvo acompaño por el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, cuyo Ayuntamiento colabora en el proyecto, durante una visita a esta tercera red de calor que se implanta en la capital del Pisuerga, tras las de la Universidad de Valladolid, que también da servicio al Hospital Clínico Universitario (el primer hospital español en atender íntegramente su demanda térmica con energía renovable), y la de Huerta del Rey, que tras 12 millones de euros de inversión nutre principalmente a inmuebles públicos y ha quedado abierto a edificios privados de la zona interesados en conectarse al nuevo sistema térmico central. Actualmente han decidido conectarse a la red de calor ‘Huerta del Rey’ diez comunidades de propietarios, que suman cerca de 750 viviendas.

Además, Suárez-Quiñones avanzó que están previstas también otras dos redes de calor en las zonas sur y este. Precisamente, Puente puso en valor la particularidad de que en en la zona este existe factorías de las que se podrá aprovechar el calor sobrante, como por ejemplo Michelin, algo en lo que se está trabajando. “Se trata de generar agua caliente, y también los sobrantes de las industrias para que colaboren en el calentamiento del agua”, matizó el consejero.

 

Leticia Pérez / ICAL . El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, visitan las obras de la red de calor sostenible ‘Valladolid-Oeste’

 

Para la oeste ya se han iniciado los trámites de conexión de 4.000 viviendas y 30 edificios públicos en los barrios vallisoletanos de Parquesol, Villa de Prado y zona sur-oeste de Huerta del Rey, la que se había quedado fuera de la otra red de calor. En todo caso, el objetivo es que todas elles se interconecten en un futuro.

La central de generación térmica renovable estará ubicada entre el punto limpio y la A-62, de la cual saldrán dos ramales. El primero, iniciado hoy, parra el transporte térmico hacia los barrios de Villa de Prado y Huerta del Rey; y el segundo, a través de la Avenida del Mundial 82, hacia Parquesol. Suárez-Quiñones explicó que esta nueva red de calor sostenible entrará en funcionamiento el próximo invierno y permitirá a los usuarios ahorros entre el 30 y el 50 por ciento de su factura energética, es decir, entre 250 y 270 euros anuales.

Para nutrir la caldera se utilizará astilla forestal procedente de trabajos silvícolas en los montes de Castilla y León, con lo que se logrará una reducción de gases de efecto invernadero de 31.300 toneladas de CO2 al año. “Una de las prioridades de esta legislatura de la Junta es intensificar actuaciones de impulso a la utilización de la biomasa forestal, que contribuye a la descarbonización de la economía, a la defensa de los bosques, la lucha contra incendios, la creación de empleo en el medio rural y, en definitiva, frenar la despoblación”, señaló Suárez-Quiñones, quien realzó que este tipo de proyectos incrementan la “soberanía energética” de la Comunidad.

En este punto insistió en las ventajas del uso de la biomasa forestal “como fuente de energía limpia, autóctona y renovable, que reporta indudables beneficios energéticos”, como la reducción de la dependencia del usuario respecto a los recursos fósiles y la geopolítica, así como ambientales, por la bajada de la huella de carbono y mejora del estado selvícola de los montes, lo que ayuda a prevenir incendios, y socioeconómicos, con una contribución del ahorro y estabilidad en la factura energética y generación de actividad económica y empleo en el medio rural.

 

Apagado de antiguas calderas

Este proyecto medioambiental -promovido por la Consejería de Medio Ambiente Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, a través de Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl)-, permitirá además el apagado de 400 calderas y chimeneas de combustible fósil en la ciudad.

Somacyl realizará directamente la conexión de edificios públicos a la red de calor, para lo cual ya se encuentran avanzadas las tramitaciones con las diferentes administraciones propietarias de edificios en la zona (Ayuntamiento, Diputación, Junta de Castilla y León, Delegación del Gobierno, Agencia Tributaria y Cortes). La que corresponde a inmuebles privados se desarrollará a través de seis suministradores homologados por la Junta, que ya han iniciado las gestiones para conexión de más 50 comunidades de propietarios, principalmente aquellas que cuentan con calefacción central, dado que podrán reutilizar los sistemas internos que llegan a cada vivienda. Para el caso de los hogares con calefacción individual, estas deberán adecuar con una pequeña obra su sistema de conexión interno.

 

 

Por su parte, Óscar Puente destacó la colaboración que mantiene con la Consejería para este tipo de proyectos e incluso señaló que el Ayuntamiento rechazó la propuesta del Real Valladolid para ocupar los terrenos donde se ubicará la futura caldera para su ciudad deportiva. “Creo que este proyecto merece la pena y por el que hay que apostar”, sostuvo el regidor, quien anunció que el Consistorio entrará a formar parte del grupo de accionistas de Somacyl, algo que “facilitará estas infraestructuras en la ciudad”.

También subrayó la “importancia” de que la red de tuberías sea “cien por cien pública”. “Estamos sentando las bases hacia el futuro de una nueva forma de generar energía en los domicilios. Y es importante que esto quede en manos públicas y que tengamos el control del servicio público de calefacción y de agua caliente a las casas. Podría estar perfectamente en manos de empresas privadas. De hecho, algunas pugnan por redes de calor de este tipo, pero nosotros le hemos dado toda la prioridad a la Junta”, defendió Puente, quien consideró que el hecho de que sea público dará “estabilidad de precios y que la prioridad sea el servicio y no el beneficio económico”.

Puso como ejemplo la red de calor de la ciudad danesa de Copenhague, que alcanza a todo su territorio. “Y pronto lo será Valladolid, podremos decir que somos una red de calor desde el punto de vista energético, de ahorros, de aprovechamiento de los recursos del entornos. Es una buena iniciativa”, comentó el primer edil, quien pidió disculpas a los ciudadanos por las molestias que pueda causar la infraestructura.

 

Valladolid Oeste

La instalación de calefacción urbana centralizada ‘Valladolid Oeste’ será la tercera gran red de calor de la ciudad de Valladolid promovida por la Junta. Consta de varias infraestructuras: la central de generación de energía térmica renovable, que se ubicará próximo a las instalaciones del punto limpio municipal, integrada por tres edificios (de generación de energía con cuatro calderas de biomasa…), el edificio de almacenamiento y alimentación y otro auxiliar para oficinas, control, zona contra-incendios y vestuarios, entre otros.

La otra infraestructuras es la red de canalizaciones de distribución del calor, que tendrá una longitud de 25.000 metros, mediante tuberías de acero preaislado específicamente diseñadas para el transporte eficiente de fluidos y que transportarán el agua a 90 grados de temperatura. Asimismo, se podrán encontrar las subestaciones de intercambio térmico.

Una vez finalizada, se interconectará hidráulicamente con la red de calor ‘Huerta del Rey’ para aumentar la capacidad de suministro de la red existente en la zona norte-este del este barrio. Cuando esté totalmente terminada, la nueva infraestructura tendrá una capacidad de producción de energía térmica renovable de 130,5 millones de kWh útiles al año, que suponen 11.224 toneladas equivalentes de petróleo que dejaran de consumirse.

La previsión de consumo futuro de biomasa para cubrir la demanda potencial de edificios conectables es de 50.200 toneladas astilla anuales; mientras que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero conseguida con este importante proyecto medioambiental asciende a 31.300 toneladas CO2 al año.

Para la operación y mantenimiento de la infraestructura se crearán 12 puestos de trabajo directos estable y para la obtención y logística de la biomasa necesaria para su funcionamiento está prevista la creación de otros 40 puestos de trabajo directo y 20 indirecto en el mundo rural de la Comunidad, además del centenar de personas que se espera incorporar en las distintas fases de las obras de construcción.

 

Cuestiones técnicas

El edificio de generación albergará cuatro calderas de biomasa, dos de ellas de 13.300 kW nominales que se montarán inicialmente y otras dos calderas de 11.100 kW útiles que se montarán a futuro a medida que se vayan adhiriendo usuarios al sistema. La potencia total de la central será de 48.800 kW nominales.

Cada uno de los equipos generadores de energía contará con un doble sistema de tratamiento de emisiones formado por un sistema depurador multiciclónico y un electrofiltro, siendo un ejemplo en este ámbito.

Asimismo, en este edificio se ubicarán otros equipos asociados a la generación de energía térmica: sistemas de bombeo, valvulería, contadores, sistema de expansión…

El edificio de almacenamiento y alimentación de biomasa se divide en dos zonas: una para alimentación de biomasa a calderas, en la que se instalarán unos suelos móviles y unos redlers para trasiego de biomasa, y otra zona diáfana para acumulación de madera.

El suministro de biocombustible se realiza desde el exterior de este edificio mediante camiones de suelo móvil, a través de las diferentes puertas habilitadas.

El edificio auxiliar alberga una zona contra-incendios, una zona de oficinas, una zona de control, una zona de cuartos eléctricos, un taller y los correspondientes aseos-vestuarios para los operadores de la instalación.

Además, la central dispondrá de una instalación solar fotovoltaica en autoconsumo para generar una parte de la energía eléctrica necesaria y de un sistema de almacenamiento de calor sensible de 6.000 metros cúbicos que permitirá acumular energía térmica renovable en horario nocturno, cuando la demanda de la ciudad baja, para aportarla en horario diurno cuando se producen los picos de demanda de los edificios.

Desde la central de generación partirán dos ramales bitubulares de canalizaciones de transporte de calor urbano, uno para el barrio de Parquesol y otro para los barrios Villa del Prado y Huerta del Rey.

Las canalizaciones se disponen enterradas mediante tuberías de acero preaislado específicamente diseñadas para el transporte eficiente de fluidos, la cual está compuesta por una tubería de servicio de acero, una espuma rígida de poliuretano (PUR) y por un robusto envolvente de polietileno de alta densidad (PEAD).

La red principal estructurante tendrá una longitud total de 25 kilómetros, con diámetros interiores desde DN 500 a DN 50 dependiendo del tramo, y contará con un avanzado sistema de detección de fugas. El fluido caloportador utilizado será agua caliente, habiéndose dimensionado el sistema para un salto térmico de 20 grados entre ida y retorno.

Igualmente, en cada edificio conectado se instalará una subestación de intercambio, las cuales se ubicarán en las actuales salas de calderas. Su función es desacoplar hidráulicamente la red de calor y el circuito interno de cada edificio, así como transferir energía térmica del circuito externo a los edificios. Los principales componentes de la subcentral son el intercambiador de calor, la válvula de control, el contador energético y la bomba de impulsión secundaria.

La instalación se ha diseñado para un funcionamiento automático de todos sus elementos (central, red de transporte y subestaciones), los cuales estarán comunicados entre sí. Además, se instalará un avanzado sistema de control y telegestión, el cual permitirá en todo momento adaptar la generación a la demanda, disminuyendo al máximo el consumo eléctrico y las pérdidas térmicas

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