El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó hoy la orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con las bases reguladoras para la concesión de subvenciones de minimis, de hasta 60.000 euros, destinadas a la bonificación de intereses en préstamos preferenciales bonificados formalizados por titulares de explotaciones agrarias de Castilla y León, afectados por la sequía y otros fenómenos meteorológicos adversos en la campaña agrícola 2022-2023.
La Consejería considerará el valor de la producción estándar de cada explotación agraria ubicada en Castilla y León solicitante, como criterio de valoración para la determinación del importe máximo de préstamo permitido con un importe mínimo del mismo de 6.000 euros y hasta un máximo de 60.000 euros por explotación. En concreto, para las explotaciones cuyo valor de producción estándar sea inferior o igual a 25.000 euros, el importe máximo del derecho al préstamo preferencial bonificado será de 10.000 euros; entre 25.000 y 100.000 euros, será de 40.000 euros, y por encima de 100.000 euros, la cuantía bonificada será de 60.000 euros. La presentación de solicitudes de reconocimiento del derecho a la suscripción de un préstamo preferencial bonificado será a partir de mañana y hasta el 29 de septiembre.
La Junta señaló en la orden, recogida por la Agencia Ical, que la “excepcionalidad” de la campaña agrícola 2022-2023 se fundamenta en la evolución meteorológica caracterizada por un “acusado” déficit de precipitaciones en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, la cual se ha visto afectada por una importante y continuada sequía, causante de graves daños en las explotaciones agrarias de secano situadas en su territorio. “La persistencia de una situación caracterizada por la concurrencia prolongada de una inusual escasez de precipitaciones en especial durante los meses de febrero, marzo y abril y de unas temperaturas anormalmente elevadas define un escenario que amenaza la estabilidad del sector agrario e incide sobre el desarrollo normal de los cultivos, no habiéndose podido completar el ciclo productivo y habiendo afectado fundamentalmente a los cultivos de cereal y de forraje de secano, así como a las superficies de pastos, y por tanto pueden tener consecuencias en la seguridad alimentaria futura, convirtiendo de nuevo en indispensable declarar la urgente adopción de medidas de apoyo público”, añadió.
Además, la orden recogió que el conjunto de adversidades meteorológicas extremas ha provocado en la totalidad de las comarcas agrarias del territorio de Castilla y León, una pérdida de producción bruta en cultivos de secano de cereal, forrajes y pastos superior al 30 por ciento de la producción media de los últimos años. “Esta pérdida repercutirá muy desfavorablemente en la situación económica de las explotaciones agrarias, que ocasionará dificultades de liquidez financiera para afrontar la próxima campaña agrícola”, subrayó.