Un corredor experimentado, vecino de Peñafiel (Valladolid), resultó herido hoy tras recibir una pequeña cornada en el glúteo de uno de los astados de Fuente Ymbro, en la Plaza de Toros de Cuéllar, en el tercer encierro de ciclo de las fiestas. El herido fue operado de urgencia en la propia Enfermería del coso y trasladado en ambulancia hasta un hospital de la capital vallisoletana, para seguir su evolución, al tener afectada la zona del peritoneo.
El incidente tuvo lugar con el cuarto de los toros de Fuente Ymbro que llegó sólo la plaza tras disgregarse de la manada en el encierro urbano. Ya en el ruedo, el corredor, muy conocido en Cuéllar, tropezó y cayó al suelo justo delante del toro, que fijó su atención en él, con varias embestidas, dándole al corredor varias vueltas sobre sí mismo en la arena, hasta que otros corredores consiguen llamar su atención.
El corredor, de mediana edad y una amplia experiencia en los encierros de la villa cuellarana, consiguió levantarse por su propio pie y conducido a la Enfermería, donde fue operado con anestesia local. Tras la intervención quirúrgica, el herido por asta de toro fue trasladado en ambulancia a un hospital de Valladolid, donde se le realizará un seguimiento de la cornada.
El tercer encierro resultó complicado y peligroso con cinco bravos de Fuente Ymbro, ganadería que debutaba en la villa. El sexto toro no participó en el encierro, al romperse uno de los cuernos hace unos días cuando le quitaron las fundas. La suelta de los corrales del Cega transcurrió con normalidad, pero enseguida comenzaron los problemas.
“Ha sido complicado conducir la manada, al salir tres toros por delante y luego otro más en el paso de Máquinas”, resumió el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile. Con una labor muy buena y un esfuerzo importante, de los directores de Pedro Caminero y José María Mayoral, y la veintena de caballistas encargados de estas tareas, lograron agrupar la manada antes del paso por el túnel de la autovía. Ya agrupada, se hicieron una parada muy prolongada y otra en el descansadero.
Buena bajada por la colina para acceder al Embudo, la transición entre el traslado por el campo y el encierro urbano. En el tramo urbano, en los primeros tramos del recorrido, se pudieron ver y disfrutar buenas carreras. La manada acabó muy disgregada y perdiendo fuerza en la zona de los Paseos de San Francisco, accediendo primero al coso, tres ejemplares con los cabestros.
El cuarto astado entró en solitario en la plaza, momento en el que se produjo la cogida. Minutos después de la evacuación del herido, entró en la plaza el quino y último astado de Fuente Ymbro. El alcalde de Cuéllar señaló que fue un encierro complicado por la casta y raza de los ejemplares de esta ganadería que, al igual que ocurrió en la jornada de ayer, obligaron a corredores y pastores a emplearse a fondo hasta poder cerrar las puertas del coso arrellano y dar por concluido el encierro.
Además del herido por asta de toro, según la información recogida por la Asociación de Encierros de Cuéllar, en la zona de campo, hubo tres caballos corneados y varios jinetes con contusiones, al producirse diversas caídas.