El sector agrario mantiene la manifestación del jueves ante la peor sequía de los últimos 40 años, que deja pérdidas de 2.000 millones en CyL

En unidad de acción, las organizaciones agrarias cargan contra las “insuficientes” ayudas del Gobierno y la “falta de soluciones y medidas” de la Junta tras un mes del Consejo Regional Agrario

El sector agrario de Castilla y León mantiene la celebración de la manifestación del próximo jueves ante la peor sequía de los últimos 40 años, una situación que deja una estimación de pérdidas de 2.000 millones en Castilla y León. La cita será a partir de las 11.30 horas con salida desde la Delegación del Gobierno y conclusión en la Consejería de Agricultura. En ambas administraciones se registrará un documento con una serie de peticiones, entre las que se encuentra la declaración inmediata de sequía por parte de la Junta. De lo contrario, muchas ayudas no tienen cobertura legal. También reclamaron al Ejecutivo central que eleve a afección alta por sequía en la Comunidad, como en otras autonomías.

Los responsables de Asaja, UPA-COAG y UCCL comparecieron “en unidad de acción” para cargar contra las “insuficientes” ayudas del Gobierno central y la “falta de soluciones y medidas” de la Junta tras un mes de la celebración del Consejo Regional Agrario. También, pidieron ayudas de mil millones de euros entre las administraciones regional, nacional y comunitaria, para asumir la otra mitad de las pérdidas el propio sector. Todos ellos hicieron una llamada a la participación con una “asistencia masiva” para que sea el “primer toque de atención” y no se necesiten más movilizaciones.

El presidente de Asaja, Donaciano Dujo, aseguró que el agricultor y ganadero “está a la espera” de que el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, “cumpla el compromiso de convocar el Consejo Agrario”, y que esté presidido por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Sin embargo, entendió, “por si le queda alguna duda”, que en esta semana anterior al jueves “ya no hay días para celebrarlo porque nuestras agendas están ocupadas”. “Tiempo ha tenido desde el 18 de mayo, último Consejo Agrario. No ha tenido ni negociación, ni hay ayudas en este momento para el sector en Castilla y León ante un año catastrófico”, comentó.

Dujo, que señaló que será una movilización a pie en su totalidad, recordó que la situación de este año “tan catastrófico” se produce tras salir de un 2022 que ya fue malo, con 2,5 millones de toneladas, cuando la media ronda las 6,3; y con una sementera que fue “la más cara de la historia”, con una subida de 500 a 1.000 euros por hectárea. “La situación económica de los 40.000 profesionales de Castilla y León es precaria”, sentenció el presidente de Asaja, quien pidió ayudas directas, bonificaciones fiscales y para la contratación de préstamos y una flexibilización de la PAC. Sin estas demandas, la situación “podrá ser aún peor”, auguró, pues se hipoteca la próxima sementera, que se iniciará a mediados de septiembre.

En este sentido, en una Comunidad “líder en producción agraria”, celebró las ayudas puestas en marcha por el Gobierno central para paliar esta situación, con 355 millones para el sector ganadero, 276 al agrícola y cinco a la apicultura para el global nacional, pero que son “a todas luces insuficientes”. “Nos ha tratado mal incluyendo a Castilla y León en categoría de sequía media, cuando autonomías en las mismas condiciones las ha considerado en sequía alta”, denunció. Así, puso como ejemplo que los 62 millones recibidos por la ganadería regional hubieran sido el doble con el mismo número de cabezas si estuvieran en Extremadura. “Nos ha robado la mitad de las ayudas que por sequía nos pertenecen”, abundó Dujo, quien ahora, señaló, falta por desarrollar los 266 millones para agricultura. Requirió que este fondo se reparta entre los profesionales a título principal. “Somos los que nos jugamos los cuartos y nos arruinamos si vienen años malos. Esto no puede ser una compra de votos, primero antes de las Municipales y Autonómicas y ahora Nacionales”, afeó.

 

Muy duro con la Junta

El presidente de Asaja cargó especialmente contra la Junta, “con rotundidad”, y recordó a Mañueco que el 18 de mayo las organizaciones agrarias exigieron la declaración de sequía, como ocurrió en 2017 y 2019 y este 2023 en otras autonomías. “No sé a qué esperan”, comentó Dujo.

Pidió ayudas directas, financieras y flexibilidad de la PAC. “Así de claro”, transmitió a la Consejería, a quien preguntó qué cifra destinará al sector en ayudas. “Cuando nos diga la cuantía económica, podremos decirle a dónde queremos destinarla. No sea que pidamos una cantidad que creemos que es la lógica y nos encontremos con la sorpresa de que el paquete es mucho más amplio y nos quedamos cortos”, ironizó el responsable de Asaja, quien entendió que este es el motivo por el que “no lo anuncian pronto, porque se encuentran recaudando fondos para un paquete mucho mayor”.

Por último, mencionó que la Junta de Extremadura ha liberado 37 millones en ayudas, por 67 de Castilla-La Mancha. También Cataluña y Aragón. “Si nos dan 20 millones por provincia, como Extremadura, tendremos casi 200 millones. Y si estos son los del campo, entendemos que serán un poco más generosos”, apuntó en referencia a Vox.

 

La primavera más seca

Lorenzo Rivera, de la Alianza UPA-COAG, que estuvo acompañado por Aurelio González, consideró “paradójico” hablar de sequía “tras veinte días lloviendo a chorro, pero que ayudan ya poco”. “Es la primavera más seca”, sentenció, para comparar este año con 2017, cuando se recogieron tres millones de toneladas de cereal. La previsión es alcanzar los ocho millones de toneladas en todo el país, frente a las 20 en un año “normal”. Por ello, lamentó que será necesaria la importación para nutrir a las 38 millones de toneladas de pienso.

A ello se adiciona, sostuvo, los altos costes de producción, que generan la “tormenta perfecta” y pone en riesgo al sector cerealista, “tan mal como la ganadería”, ya que acumula seis años con producciones muy bajas. “En 100 hectáreas se pueden perder entre 50.000 y 60.000 euros de cereal. Pero es que la leguminosa tendrá cosecha cero y la colza estará entre 500 y 1.500 kilos”, puso como ejemplo.

Al igual que Dujo, consideró “insuficientes” las ayudas del Gobierno central y acusó a la Junta de “no empujar para la declaración de afección alta”. “Ahora deberá ponerse las pilas para acercarnos a otras comunidades. Vamos a tocar a muy poco con las ayudas a agricultores”, opinó.

Rivera profundizó sobre los seguros agrarios y exigió a la Consejería de Agricultura que asuma el 30 por ciento que no cubren las pólizas, “porque este año habrá muchas indemnizaciones”. “Otras comunidades ya han adelantado dinero hace más de un mes, no sé a qué esperan. Extremadura abre el camino, pero aquí debe ser mayor por la incidencia que hay y superar los 200 millones solo para cabaña ganadera”, propuso.

También pidió bonificaciones a los préstamos para un sector “ya de por sí muy endeudado” y la flexibilización de la normativa ambiental de la PAC, donde está cometiendo una “anomalía agronómica” al no permitir tocar el terreno hasta el 1 de septiembre, cuando está demostrado que los barbechos también son positivos.

 

“Nos jugamos mucho”

Por su parte, el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, consideró que la del jueves es una manifestación “más que obligada” tras la sequía más fuerte de la primavera y unas lluvias que “estropean más la desgracia que teníamos”, pues echa forrajes a perder, también con el pedrisco, que afectó principalmente a la provincia de Burgos. A su juicio, el peor año de las últimas cuatro décadas puede dejar pérdidas en una explotación de 100 hectáreas superiores a los 100.000 euros.

“O tenemos ayudas o es imposible para muchas explotaciones continuar con la actividad”, advirtió González Palacín, quien coincidió con el resto de opas en que las ayudas del Ministerio “se quedan escasas” y apostó por aumentarlas “de forma considerable”.

En este punto fue más duro con la Junta, que “no ha hecho ni una propuesta” desde el 18 de mayo, jornada de celebración del anterior Consejo Agrario. “Es inconcebible su actitud ante la mayor sequía desde hace 40 años, con pérdidas de 2.000 millones de euros y que hipoteca la sementera de otoño. Nos jugamos mucho. Somos el primer eslabón de una cadena muy larga que mueve el 20 por ciento del PIB regional”, resumió.

Por ello, instó a Mañueco a “echar cuentas” y trasladar “cuánto puede poner”. En este punto, planteó ayudas directas de hasta 25.000 euros por explotación, que en muchos casos no significará ni el 25 por ciento de las pérdidas. Por eso, apostó también por bonificar la financiación. Igualmente, consideró que “es momento de dar una vuelta a los seguros agrarios”. “Hay que hacerlos atractivos y el primer objetivo es garantizar al menos los costes de producción, que en la mitad sur de la Comunidad no se cumple y por eso no se firman seguros”, criticó.

También consideró que “puede ayudar mucho la nueva PAC”, cuyas exigencias medioambientales son “ridículas, no favorecen el medio ambiente y son una barbaridad desde el punto de vista agronómico, además de suponer un aumento de costes de producción para el agricultor”. “Con la que está cayendo, es momento de repensar y volver al Pago Verde. No tiene sentido hacer rotaciones y adaptarse a la demanda del mercado. ¿Cómo le dices a un agricultor del Páramo de León que no siempre maíz si lleva 40 años haciéndolo y le va perfectamente? Y luego lo tenemos que importar. O a un ganadero que no siempre leguminosas”, cuestionó González Palacín, quien achacó este “diseño” de la PAC a quienes la elaboran a 4.000 kilómetros, en Bruselas. “No se puede diseñar para toda Europa, que es muy diversa; y sobre todo la Península Ibérica, porque puedes caer en barbaridades”, dijo.

Por último, lanzó un mensaje al ministro de Agricultura, Luis Planas, y al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el consejero del ramo, Gerardo Dueñas, a quien advirtió: “Nos jugamos la continuidad del sector y sería un error de bulto no ayudar este año y provocar que muchas explotaciones echen el cierre. Los ganaderos ya no abren. Falta voluntad política y presupuesto”.

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