El pleno de las Cortes de Castilla y León se desarrolla en su segunda jornada con tensión entre las bancadas, en especial en las de los grupos Socialista y de Vox, que llevó a la suspensión de la sesión unos minutos por parte del presidente de la Cámara, Carlos Pollán, y a la acusación socialista a Juan García-Gallardo de hacer “un gesto de felación” a dos procuradoras, que negó el afectado.
A lo largo de la sesión los procuradores intervinientes de Vox lanzaron proclamas en contra de la amnistía y de la deuda que se condonará a Cataluña y fue al inicio de la intervención de la socialista Patricia Gómez, cuando ésta pidió a García-Gallardo que deje de llamarles “traidores” en su cuenta en las redes sociales.
“No representa a esta tierra”, lanzó Gómez, poco después el portavoz de Vox, Carlos Menéndez, replicó que “los únicos obscenos e indignos son los que venden España”. En ese momento, ante el clima de tensión en aumento Pollán llamó a los portavoces y suspendió la sesión cinco minutos, que se reanudó después con la petición de la palabra por García-Gallardo y Luis Tudanca.
El Grupo Socialista acusó al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), de hacer “una gesto de felación” a las procuradoras Patricia Gómez y Nuria Rubio, en una denuncia que también realizó Francisco Igea, quien calificó de “impresentable” al ‘numero dos’ del Ejecutivo autonómico. Sin embargo, fuentes próximas a García Gallardo negaron que fuera así, y señalaron que realizó un gesto como “me hace llorar”, con la mano debajo del ojo.
Poco después, el vicepresidente de la Junta intervino desde su escaño en base al artículo 76 del Reglamento de las Cortes para calificar de “conductas inexactas” las que le atribuye la oposición y asegurar que ha tenido paciencia ante “las agresiones de la oposición” por las escasas ocasiones en las que se ha acogido a ese artículo.
“Niego rotundamente que haya hecho un gesto obsceno, he hecho un gesto de llorar porque son unos llorones y es patético y vergonzoso que quieran tapar la gran traición con cortinas de humo “, argumentó, a la vez que, entre llamadas al orden del presidente de la Cámara, anunciara que va a estar en todos los actos en la calle en defensa del estado de derecho.
El socialista Luis Tudanca le acusó de haber atacado la dignidad de mujeres, de su grupo y del Parlamento y subrayó que habría sido “más fácil” que García-Gallardo hubiera pedido perdón, a la vez que mantuvo que realizó un “gesto obsceno y machista, y no se puede permitir”.
En tal sentido, reclamó que el vicepresidente de la Junta fuera expulsado del pleno y la presencia en el mismo del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y concluyó que la obsesión de García-Gallardo con las mujeres se debe a que “han parado los pies a los fascistas y franquistas”. En pie la bancada socialista aplaudía, y Pollán le llamaba al orden. “Se acabó”, advirtió. “¡Ya está bien!”, clamó el socialista.
“Vergüenza me da lo que ocurre aquí y más las risas del PP”, terció Francisco Igea que también había pedido la palabra en base al mismo artículo del Reglamento de las Cortes.
Poco antes, el popular Ricardo Gavilanes había pedido disculpas a los abogados que seguían en la tribuna el debate de una PNL que les afectaba ante “el espectáculo” que tuvieron que presenciar que llevó a la suspensión del plenos durante más de cinco minutos.