Unos 5.100 ocupados abandonaron Castilla y León para trabajar en otra autonomía en el último año, lo que supone el 0,5 por ciento, un porcentaje que iguala la media nacional. Además, otros 15.500 cambiaron de provincia dentro de la Comunidad, un 1,6 por ciento del total, y 3.800 se marcharon al extranjero, un 0,4 por ciento. Así lo recoge la Encuesta de Movilidad Laboral publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos del primer trimestre de 2022 y del mismo periodo de 2023.
En conjunto, la movilidad geográfica de los ocupados se situó en Castilla y León en el 2,5 por ciento, un porcentaje que fue una décima menor al conjunto del país, que alcanzó entre enero y marzo de este año el 2,6 por ciento. Las comunidades autónomas con más trabajadores desplazados durante el último año fueron Canarias (3,5 por ciento), Comunidad Valenciana (3,3 por ciento) e Islas Baleares y Comunidad de Madrid (un 3,1 por ciento cada una). Por su parte, las que tienen menor movilidad fueron Extremadura (1,2 por ciento), Principado de Asturias (1,5 por ciento) y Aragón (1,6 por ciento).
En el conjunto del país, en el último año se movieron dentro de su comunidad autónoma 293.900 ocupados y 102.000 se fueron a otras autonomías diferentes a las de residencia. Además, 135.200 trabajadores dejaron España y se fueron a otros países.
Respecto a los parados, el 78,9 por ciento de los desempleados de la Comunidad no cambió de municipio de residencia en los últimos cinco años. De esta forma Castilla y León se sitúa como la quinta autonomía con el porcentaje más elevado, superando la media nacional que fue del 77,9 por ciento.
Finalmente, las comunidades con menor movilidad geográfica de los desempleados fueron Andalucía (86,5 por ciento), Extremadura (86,3 por ciento) y Cantabria (81,4 por ciento). Por su lado, aquellas en las que los parados tienen mayor movilidad son Comunidad Foral de Navarra (64,6 por ciento), País Vasco (70,1 por ciento) y Cataluña (70,3 por ciento).